Sida y tercer mundo
El
Tercer mundo es uno de los lugares del Planeta donde la pandemia del Sida está
haciendo más estragos, no sólo se está cebando y acabando con vidas jóvenes,
con lo que empobrece aún más estos países ya de por sí empobrecidos; sino que
deja un gran número de huérfanos.
Como
no iba ser menos la hipócrita Europa y su hermano mayor EE.UU acusan a la
Iglesia (jerárquica) de ser los culpables al no permitir el uso del condón. No
hace falta ser un lince, ni siquiera ser católico para ver que esto es falso. Y
es falso por varias razones, en primer lugar el condón según los especialistas
sólo preserva del sida en un 95% pues bien, nos queda un 5% que si le toca, le
tocó.
Segundo
la Iglesia Católica sólo tiene autoridad sobre los católicos, y en esos países
las mayorías son animistas, musulmanes acatólicos, y, hasta ateos, así que yo
no me imagino a un señor o una señora para quienes la Iglesia no es nada, que
se diga, ahora voy a tener relaciones sexuales pero no voy usar el condón
porque el Papa lo prohíbe, eso es ridículo.
Tercero
la Iglesia en primer lugar, recuerda que no prohíbe ella; enseña, recuerda que
Dios sólo permite las relaciones sexuales entre los esposos como expresión de su amor
único, como muestra en el caso de los cristianos de la unión de Cristo con la
Iglesia, y siempre que estén abiertas a la vida, incluso cuando se elijan por
los esposo días infértiles. Es decir que la Iglesia no prohíbe relaciones
sexuales entre personas que no son matrimonio si usan condón las prohíbe con
condón y sin él, mejor dicho, es Dios quien lo hace.
Que es
injusto y erróneo acusar a la Iglesia del aumento del sida en el tercer mundo.
Es más Senegal que optó por aconsejar la fidelidad conyugal y la castidad
dejando el condón como último remedio redujo el sida en un porcentaje muy digno
de tener en cuenta. Lo que estos pueblos necesitan son ayudas para empezar a
valerse por sí mismos, gente que invierta y cree puestos de trabajo, o mejor
aún que les ayuden a crearlos ellos.
Una
buena educación sexual pues lo que ahora se estila es educación genital. Y que
una persona adulta sepa en primer lugar como funciona su sexualidad, que sepa
lo que su religión enseña sobre ello; más o menos todas las religiones
coinciden hay claro excepciones en el caso de algunas sectas o religiones
politeístas orientales. Después que sepan el riesgo que conlleva en el terreno
físico el mantener relaciones fuera de su pareja habitual; y si pese a todo
quieren mantenerlas que sepan que pueden protegerse algo nunca al cien por cien
con el condón.
Pero
no vendérselo como panacea porque es falso.
Hay
sin embargo un caso que la Iglesia está estudiando ahora Es el caso de los
matrimonios en los que uno de los dos tiene sida. No importa el modo como el
cónyuge enfermo contrajese la enfermedad porque hay más vías que la sexual.
Lo que
no puede nadie, es pedir a una persona que ponga en riesgo la vida de otra, y
este nadie, pues es nadie; y tampoco se le puede exigir a unos esposos casados
ante Dios que se aman como esposos que vivan como hermanos, otra cosa es que
ellos opten por ese camino pero no puede ni debe ser impuesto, las relaciones íntimas
de los esposos son santas, forman parte del Sacramento del matrimonio, expresan
ante Dios su unidad, además hay un peligro y es el empujar al miembro más débil
al adulterio, o a prácticas anti natura.
Por
eso me alegro saber que se estudia el autorizar a los matrimonios en estos
casos el uso del condón, es cierto que choca con un problema impide la
fecundación, pero bueno sería un caso extremo. Y por cierto no vale el sacar lo
de los mártires porque estos lo fueron voluntariamente.