El mandato de Jesús
“Id al mundo entero, y enseñad,
El Evangelio a toda criatura,
bautizándolas en el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, él
que crea y se bautice, se salvará, él que no será condenado”
El mandato del Apostolado que nos
toca a t todos, y que no implica que todos tengamos que ser misioneros; cada
uno ha de hacerlo allí donde Dios lo haya puesto
Los problemas vienen al seguir
leyendo
“a toda criatura”
Lo que quiere decir que no hay
que hacer presente el mensaje cristiano, sólo ante las personas, ya que
criatura de Dios son todos los seres creados, por ello, si dice todos, dice
todos, sin más, y esto que implica predicar a los peces como San Antonio, pues
no, significa tratar y cuidar la creación, como lo que es una obra de Dios puesta
a nuestro servicio, no a nuestro abuso, significa, no explotarla, no maltratar,
pero poniendo siempre al hombre en el centro, porque es imagen, porque es hijo,
pero sobre todo, porque ahora un Hombre, se sienta en el mismo trono de Dios, y
este si es Hijo
Bautizar a la fuerza a las
personas no; la fe se expone, no se impone, cada uno dará cuenta de lo que ha
hecho, si le llego el Mensaje y lo rechazo, o si sólo le llegaron voces humanas
¿Será condenado?, pero Dios
condena
Pues, no, va contra su naturaleza,
Dios es Amor, pero si yo, opto, por decir no, ese no, es mío, y si persisto en
el No, en el No, me quedaré sin Dios, y estar sin Dios, es el infierno
Hay muchas formas de
bautismo, y, a veces el de deseo
implícito, que ni el propio que lo tiene, lo sabe es el más común, y el mejor
Además también dijo Jesús, que
“vendrían de Oriente y Occidente, y se sentarían en el Reino de los Cielos, con
Abraham, Isaac, Jacob, los profetas”
Así que digamos, Sí, pidamos a
Dios nos ayude a decir si, y, alegrémonos de que en el Cielo, tengan entrada,
todos los que buscan La Verdad, La Justicia, La Vida, porque esos son también
el Nombre de Dios
Y en el Cielo, hallaremos,
budistas, hinduistas, islámicos, cristianos, judíos por supuesto, ya lo dice
Pablo, pero también ateos y agnósticos que lo buscaron hasta el final, y lo
sirvieron con sus vidas
Mejor dicho hallaremos sólo hijos
de Dios, injertados en Jesús