En el A.T. se presentan varios
casos de mujeres que son madres en contra de lo previsto, de mujeres estériles,
que son bendecidas con el don de la maternidad, contra toda esperanza.
La primera de ellas es Sara la
esposa de Abraham, y por lo tanto la madre de todos los creyentes, también
puede incluirse la otra Sara la mujer de Tobías, quién si bien no es curada de
ninguna esterilidad, si es librada del dominio del demonio Asmodeo, que le
había impedido con sus anteriores maridos, tener las relaciones normales entre
marido y mujer, con la consiguiente esterilidad natural
El N.T. se abre también con el anuncio de una mujer vieja y estéril
que va ser madre la madre de Juan Bautista; es como si Dios estuviese
preparando el salto final, para a continuación, presentar la Concepción
milagrosa por antonomasia, la Concepción virginal del Verbo en su naturaleza
humana, en el Seno virgen de Santa María.
En los casos anteriores, Dios
había demostrado, aunque, Zacarías no se lo debía de tener muy creído, que para
Él poco o nada importaba, que la mamá ya hubiese dejado el periodo y estuviese
en la menopausia, Él es el Dios de la Vida, y da vida a lo que quiere, y a
quien quiere y llama a la existencia lo que no existe, Él tiene poder para
hacer que un útero sin capacidad de vida, la dé.
Pues bien, con la misma razón lo
tiene, para que una Virgen joven y guapa, dé a luz, sin intervención de semen
humano, hijo de Dios, en el más pleno sentido de la palabra.
Esto demuestra que los anteriores
casos, los de las mujeres estériles fueron como una gradación por parte del
Señor; un irnos acostumbrando.
Sin embargo me atrevo a pensar
que hay algo más: no se trata sólo del caso de las mujeres estériles como paso
al Parto virginal, tiene también una enseñanza más cercana.
Y es la de que nadie tiene
derecho a desesperar con este Dios que tenemos,
que si nuestra alma, está muerta, o la del hermano, o la de aquel otro,
no podemos desesperar pues Dios sigue con el mismo poder y puede hacer que del
Seno materno, de esa alma muerta por el pecado, por la fuerza de su gracia,
nazcan frutos de santidad, si pudo hacerlo y lo hizo, con los úteros físicos
más lo hará con las almas de sus hijos.
EL Papa Francisco lo recordaba en
cierto modo, al hablar de Micol, aunque ahí iba en el sentido contrario
Pero la respuesta podría ser, “ante
Dios nunca es tarde”, para dar fruto
No importa, que seas viejo y estéril,
que nunca hayas producido ningún fruto, si le dejas hacer, Dios te hará fértil,
producirás buenos frutos, no hablo de hijos físicos, sino de algo más
importante; buenas obras que al verlas los hombres, verán a Dios, que es quien
las ha hecho, tú sólo habrá sido el
instrumento, esas personas creerán en Dios, y serán hijos de Dios, en cierto
modo, “gracias a ti”, pues no, Gracias a Dios por Cristo Jesús