sábado, 25 de marzo de 2017

El Espíritu Santo


El Espíritu Santo, regalo de Jesús, antes de dejar este mundo de forma visible, Jesús prometió a sus discípulos, que somos los cristianos, que no, nos iba a dejar huérfanos, que nos iba enviar otro Defensor; quien nos iría llevando hasta el conocimiento pleno, y cumplió su Palabra
Primero fue en la Cruz, antes de morir, lo cuenta el Evangelio de Juan, Jesús exclama, “Padre, en tus Manos entrego mi Espíritu”;  y a continuación dice Juan, “inclinando la cabeza, entrego el Espíritu”
Pero si lo entrega al Padre, tendría que haber mirado al Cielo, por qué mira a los hombres; por razón sencilla, porque el Padre mora en los que Él acaba de redimir, y, en esos corazones, van estar, no podría ser de otro modo, Él, el Padre, y, el Espíritu Santo; cierto que también se refiere al alma de Jesús, pero sólo por esto La Comunidad Joánica no lo hubiera reseñado, pienso
La segunda vez, también la cuenta Juan, es cuando se presenta resucitado, soplando sobre ellos, les dice; “Recibid el Espíritu Santo”
Ya desde el Cielo, en Pentecostés, cuando el Espíritu viene para dar a los que estaban dentro del Cenáculo, todos sus dones, y, el carisma del Don de Lenguas, pero es que a los de afuera, les da, el don de “oído”
Para enterarse de más, sólo hay que leer, el libro de los Hechos, y a Pablo
A nosotros  nos lo dio, en el bautismo, después en la confirmación, a los casados en el matrimonio, a los sacerdotes al recibir el Orden  sagrado, los que no hemos recibido, ninguno de los sacramentos mencionados, salvo la confirmación, y, el bautismo, pues si recibimos sus gracias en cada sacramento pero ya no el Espíritu Santo de forma especial, claro que una vez que se recibe que se es “ungido”; se es para siempre
Es por eso, que aquel sacerdote, ahora santo;  que decía en un librito suyo, que no voy a nombrar aunque podría, que los sacerdotes eran intocables, y citaba un texto de La Escritura, “no toquéis a mis ungidos”;  y, se basaba en que el sacerdote era ungido, pues habría que decirle, ahora ya lo sabe, es santo, que todo bautizado, todo confirmado,  todo casado ante Dios es también, “ungido”, por eso en la Iglesia de Jesús no hay cristianos de tercera