Una
persona que no tiene “Fe” o mejor dicho
“ fiducia” confianza en Dios, como el niño pequeñín en su papaíto, no es una
persona libre, podrá ser libre
físicamente, pero esa libertad la tienen también los irracionales, que son
esclavos de su instinto.
Por
supuesto que tendrá que ser una fiducia que nazca de una fe viva, la fe que
brota de la Justicia, de quien unido a Cristo lo sepa o no, hace la voluntad de
Dios Padre, una fe sin obras, es un cadáver de fe, por lo tanto, tener esa fe y
no tenerla es lo mismo, nadie dice que tiene un gato, si lo que tiene es un
cadáver de gato en el jardín, un cadáver o se entierra si es de persona, o se entierra o se tira si es de animal, pero sea como sea se aleja de uno, salvo que;
deseemos pillar una infección.
Por
suerte la fe muerta, puede ser resucitada por Dios, si el propietario quiere.
Y
la Fe viva, la Fe que opera en la justicia es la que nos hace libres, libres
frente al mundo, no le tenemos miedo, qué nos puede hacer, ¿más de lo que le hicieron a Jesús, no? Y está
vivo, glorioso.
Sin
miedo a nosotros mismos, nuestro peor enemigo; la carne, que no tiene nada que
ver con lo relacionado con el sexto mandamiento, también pero va más lejos, “carne” en la
Biblia es la persona humana, nuestra naturaleza, nosotros mismos somos nuestro
peor enemigo, pero la Fe, nos libra de eso, nos dice que Dios es más grande que
nuestro corazón, que no debemos de tener miedo, que con Él podemos recomenzar,
y empezar mil millones de veces.
Sin
miedo al demonio, “pobre ángel caído”, caído eso lo dice todo
Sin
miedo al futuro, que es nuestro en Cristo
Sin
miedo a Dios pues somos sus hijos
Por
eso los santos, han sido las personas más libres, y por ello, no hubo criatura más libre que; “ La Esclava del Señor”
Pero
del mismo modo, que sin Fe, sin Fiducia no hay libertad, sin libertad no es
posible la Fe, la fe viva, operante,
será posible una fe intelectual,
que es un cadáver de fe, y que acaba si Dios no lo remedia,
descomponiéndose y desapareciendo como cualquier cadáver.
Si
uno no, es libre para obligar a su mente a doblegarse a Dios y la Iglesia, es
decir a doblegarse a la Iglesia porque allí actúa, y habla Dios
Si
uno, no es libre del mundo, de las modas, para mandarlo a paseo y seguir el
dictamen de una conciencia bien formada
Si
uno, no es libre para hacer incluso el ridículo
Se
acabara encadenado al pecado, a sus consecuencias y la fe se morirá
La
fe muerta es la que no produce obras de Justicia
Pero
si uno, tiene la fe del niño pequeño, que confía en su papá por encima de todo,
porque sabe que su papíto lo quiere, seremos como son los niños pequeños, los
seres más libres del mundo. Aunque un tirano nos hubiese puesto cadenas y
marcado con hierro candente.