Todavía recuerdo, lo que ponía
“El áncora de salvación” viejo devocionario
“Si has procurado aborto, antes
de estar animada, la criatura o después, durante un largo tiempo, y debido a
Santo Tomás de Aquino, quien se basaba en las teorías de Aristóteles, se
pensaba que el embrión macho recibía el alma a los 40 días, la hembra a los 80
Dado que el ser humano consta de
alma y cuerpo; el aborto antes, sería un pecado, pero no un crimen.
Sin embargo la teoría es falsa;
es falsa porque en primer lugar nadie puede determinar en que momento, se
infunde el alma, ya que esta no es un órgano, por lo tanto, tanto se puede
objetar a los 40, a los 80 días, como a los 90 años, o incluso se podría decir
que hay subgrupos humanos y que estos no tienen alma, algo parecido aunque sin
mencionar el alma hizo Hitler con todos los que asesino, que por cierto no
fueron sólo judíos.
Entonces en el caso del aborto
primero habrá que ver si hay vida; por el momento dejamos el alma a un lado.
Y
es evidente que hay vida; la vida se manifiesta en un ser, u organismo, en que crece, no siempre es
necesario el movimiento, pues bien el cigoto, el óvulo una vez fecundado esta
en crecimiento constante, en un continuo progreso, de hecho como decía el profesor
Jêrome Lejeune, genetista francés; si el
niño esta vivo, es porque estaba vivo el feto, y este porque estaba vivo el
embrión, y este porque estaba vivo el
cigoto, y éste porque lo estaban las células paterna y materna que lo
originaron, si yo estoy viva ahora,
escribiendo aquí, es porque en cada una de las anteriores etapas de mi
vida, estaba viva, incluida mi etapa de
cigoto.
Así pues ya sabemos que el
embrión esta vivo, que es algo vivo, ahora sólo nos falta saber si es “alguien”
Un óvulo o un espermatozoide, tienen el código genético
de la persona que los produce, el mismo código genético que esa persona tiene
en las uñas o en el cabello, y que es su
mejor DNI.
Pues bien, si se extrae el código
genético el ADN de un cigoto, este es absolutamente distinto del que tenía el
óvulo o el esperma que lo originaron,
tiene algo de ellos pero es otro; además no tiene en el caso de los
humanos, 23 cromosomas, como corresponde
al óvulo o al espermatozoide, tiene 46
O sea el cigoto, esos que guardan
en tubos de ensayo, o los que están en el seno materno tienen su código
genético intransferible, y sus 46 cromosomas como todo humano que se precie,
si se deja vivir al cigoto Manolito,
nacerá un niño, y cuando ese niño se muera en un brutal accidente de
aviación, con 99 años, y sólo se encuentren sus dientes, el ADN, de esos
dientes, será el mismo que tiene ahora el cigoto, es decir desde el principio
somos la misma persona, aunque el traje vaya variando, por lo tanto como todos
los creyentes sabemos que el hombre el ser humano tiene alma; si el cigoto lo
es, no cabe duda de que la tiene, y que su eliminación es un asesinato, para un
cristiano, que sabe que Dios es el autor de la vida, es además un pecado
gravísimo, el más grave, alguien puede decir
que el pecado más grave es la blasfemia contra el Espíritu Santo.
Pero no es blasfemia, destruir un
Templo de Dios, y que mayor o mejor templo que el ser humano, y un templo hecho
por Dios.
Pero para cualquiera, salvo para
un degenerado de la raza humana, es un
asesinato.
Los gobiernos que lo legalizan no
merecen el nombre de tales sino de tiranos, y no tienen excusa pues se ponen
del lado del fuerte
El médico que lo practica sólo
merece el despectivo de “abortero”
Y la mujer que lo consiente ya
lleva su castigo, vivir con la asesina de su hijo, las madres no suelen
perdonar a quien les mata los hijos, y si son ellas mismas, menos.
Ni que decir tiene que Santo
Tomás no era abortista, que era hijo de una época, y que aunque no veía alma en
el embrión, si lo veía como algo sagrado y casi divino, pues estaba destinado a
convertirse en imagen de Dios.