domingo, 26 de marzo de 2017

Algunas mujeres de la Biblia, Salome sobrina de Herodes




Algunas mujeres de la Biblia, Salome, sobrina de Herodes
Salomé la hija de Herodías, la amante y cuñada de Herodes
Dejando de lado, las idioteces, y sandeces de las películas de Semana Santa, en las que aparece como enamorada del Bautista, la Biblia nada dice, y naturalmente, dada la condición de uno y otra, no debieron ni de conocerse
Tampoco se habla nada, de que su baile, fuera la danza de los 7 velos,  sólo que bailo, y su baile agrado al tirano
Tanto, que le prometió darle lo que pidiese, aunque fuese medio reino
Salomé, no debía ser tan inocente, pues niña no era, ya que se le prometía incluso un reino
De serlo, de ser inocente, habría pedido, ella directamente
Pero va a su madre
Que es todo, menos una buena mujer
Y, a Herodías, que seguramente sea apodo, y no nombre,  le molesta el
Bautista, le molesta aunque no lo ha visto nunca, porque su hombre, el hermano de su esposo, a veces le dice, que tal vez debieran dejarlo, que Juan, dice que no está bien, acostarse con la mujer del hermano, ahí está el Levítico que lo dice bien claro
Herodías piensa que Juan,  debería meterse en sus cosas, no ser tan “intolerante”; más políticamente correcto, no con esas palabras, porque es el siglo I, pero si en ese sentido
A ella, no le va amargar la vida, y, ahora se le presenta la ocasión
Va, a convertir a su hija, en cómplice de un crimen, tampoco le importa demasiado su hija
Así que ordena a Salomé, que pida la cabeza de Juan
La muchacha ya tiene la orden, el ruego materno,  pero no tiene,  porque ponerlo en práctica, solo la obediencia a Dios es absoluta, sabe que va matar a un hombre, y no duda en pedir al rey la cabeza de Juan, pudo no hacerlo, pero tal vez pensó,  si mi madre es echada fuera de palacio se acabaron mis privilegios
Y hay gente, que por no perder su status, si tiene que matar, o pedir que se mate, lo hace, Juan no era molesto sólo a Herodes, lo era a su pérfida amante, y lo era a su maldita hija, a Salomé
Salomé es la primera cómplice de la muerte del profeta Juan, el asesino Herodes