El hombre se curó y se puso a
caminar
Así concluye el milagro del
paralitico, tanto el de la piscina como él que introducen sus amigos, el hombre
toma su camilla, y se marcha con ella
Si Pablo, perdón el Espíritu
Santo, no hubiese dicho que todo lo que está en la Biblia, está para nuestro
bien, nuestra enseñanza no le daría importancia, pero no es un libro
cualquiera, es el Evangelio
¿Por qué el hombre que ha sido
curado, se lleva su camilla? Ya no la necesita, en su época no se hacían
donaciones; pudo dejarla allí, que la
rompiesen para hacer leña, pero se la
lleva
Y el caso es que se la lleva, por
mandato de Jesús, que va incluido en el milagro, en la curación
Levántate toma tu camilla…;
Y esto me recuerda lo que Jesús
dijo hace poco a los chicos, y a todos en Polonia, levántate del Sofá, si
Jesús, Francisco es sólo su micrófono,
entonces el levantarse y tomar la camilla, significa enfrentarse a aquello que me impide, caminar hacia el encuentro con
Dios, con los demás, y, conmigo misma, pero el tomar la camilla es no echar
todo en el olvido, no recrearse en ello, en el pasado, eso sería seguir
postrado, pero si llevarla, para recordar que si “ando” es por Jesús, si me he
levantado de las caídas, grandes o pequeñas no importa, es por Él, y, para
cuando vea otro en la camilla, es decir deprimido, hundido, sin fe, en noche
oscura, etc., no lo desprecie, si no que
mire “mi camilla”; y sepa que también estuve así, y puedo volver a estar, que
el mérito no es mío, si no suyo