La fuerza de Dios y su paga
Nuestro Dios es fuerte,
por ello uno de sus dones, es el don de Fortaleza, el libro de los Salmos dice,
que a su paso “se estremece la tierra”, y, San Pablo, dirá, “que es cosa
terrible, caer en manos del Dios vivo”
Sí, nuestro Dios, es
Fuerte, no es un ídolo, que no es, más que un monigote, que se lleva de aquí
para allá, sin embargo, son los ídolos, de todos los tiempos, los que exigen
sacrificios humanos, en tiempos abiertamente, ahora de forma solapada, pero los
siguen exigiendo, pero ya no les llaman así, y, las inmolaciones, se realizan
de diversas formas.
Los ídolos, lo son a lo
“Júpiter” mucho ruido, y, pocas nueces.
Nuestro Dios, no, el es
el Fuerte
¿En qué, consiste La
Fortaleza, de Dios?;
No, en la fuerza bruta, la Fuerza de Dios, es
lo que nosotros llamamos debilidad, si lo dice también la Escritura, “lo más
débil de Dios, es lo más fuerte de nosotros.”
Y eso es simple, y,
llanamente el Amor.
Cuando Dios irrumpe,
como Salvador, lo hace como lo más débil, un bebe en pañales; esa es su Fuerza,
después irá más lejos, un Crucificado, y, ahora se muestra, en el Pan, y, el
Vino, y, en el hermano desvalido. La Fuerza de Dios, es el Amor, el no
imponerse cuando puede, y, tiene todo el derecho, siendo Señor, no actuar como tal, el buscar
al hijo, día, y noche, el respetar la libertad de ese hijo, cuando le sería tan
fácil, sacarle, esa libertad, el convertir, a ese gusano, en un hijo de Dios,
en alzarlo del polvo.
Dije que le sería fácil,
sacarle la libertad, falso me corrijo, no podría hacerlo, nadie, ahí, entra
Dios, puede ir contra su naturaleza, Él es Amor, por eso creo el mundo; lo creo
todo, si no, no lo hubiera hecho, pues nada precisa, así pues creo por Amor; y,
al crear por Amor, a los ángeles, y, los hombres lo hizo a su imagen, nos
quedamos con los seres humanos, nos hizo a su imagen, somos su foto; pues bien,
Él es libre, Él, absolutamente libre, luego el hombre su imagen; también tiene
que serlo, y, Quien ama, no quiere nunca ser amado, a la fuerza, porque eso,
no, es ser amado, si no temido con miedo, porque se puede temer por amor, así,
que sólo hay una cosa, podría no habernos creado, pero el Amor, lo llevo a
ello, la Fuerza de su Amor
¿Entonces, por qué, es tan
terrible caer en sus manos?
Pues, porque una vez que caes, te pasa lo que
le paso, a Pablo, la Madre Teresa... sabes que todo es, basura, que has perdido
el tiempo, como decía San Agustín, y, cuando lo vuelves a perder, sientes que
has perdido tu alma, por eso es tan terrible caer, en sus Manos, porque el Amor
aprisiona, si dicen que lo hace el amor humano, qué no hará el divino.
Y, ¿Cual es la paga de Dios?
Vaya, por delante que Dios no,
nos debe nada, que como seres creados, le debemos obediencia, Sin que tenga que
pagarnos, su Hijo, lo dijo bien clarito, sin embargo, el Hijo nos regalo sus
méritos, y, el Padre nos ve Hijos, en el Hijo, y, quiere premiarnos, seguro que
sé ríe, cuando ve los premios tontos que le pedimos.
Porque la Paga de Dios, es
como ya le contó a su Amigo, “El mismo”
Cuándo Abraham, le pregunto
que recibiría, por su obediencia, Dios, le dijo, “Tu recompensa, será muy
grande; Yo mismo, seré tu recompensa”
Así es nuestro Dios, Amor, La
Fuerza del Amor eterno