Si nos fijamos al leer el N.T. vemos que se habla de las
imperfecciones, y pecados de los primeros elegidos por Jesús, de las
persecuciones suscitadas por Pablo antes de su conversión
De un Pedro terco, incluso
después de recibir el Espíritu Santo, de unos apóstoles que dudan de que la
conversión de Saulo sea sincera; en suma se habla de los pecados de los hombres
de la Iglesia
Pero no se habla de la Iglesia
como pecadora; al contrario, San Pablo dirá en su epístola a los Efesios, que
Jesús, se entrego por la Iglesia, a fin de santificarla; y presentarla a si
mismo, sin mancha ni arruga o cosa semejante.
Es decir el N.T, proclama la
Santidad de la Iglesia.
Sin embargo, es en el NT, y en
concreto en el Apocalipsis, donde el Señor, reprende a las 7 Iglesias (
diócesis) debería y seguramente sea la mejor traducción, porque o bien se
habían alejado en todo del Camino, o iban dando traspiés.
Es decir, el resumen podría ser;
la Iglesia es Santa, es Santa, porque tiene Cabeza y Alma no sólo Santos, sino
Divinos.
Es Santa, porque la Cabeza ha
santificado a muchos de sus miembros.
Pero es también un Cuerpo herido,
es una Madre cuyos hijos la llenan de manchas, y que aparece por causa de sus
hijos, ante el mundo, como si fuese la más grande de las pecadoras.
Por eso San Agustín, la llamó la Prostítuta Santa, lo primero nos lo debe a nosotros, que
oscurecemos su Santidad, lo segundo, el
ser Santa, lo debe a su Joven y Celestial Esposo( Jesús) y al Espíritu Santo,
que la ánima desde el primer Pentecostés