lunes, 19 de octubre de 2020

Los primeros cristianos


Los primeros cristianos eran perseguidos por no ser como todo el mundo. En la lectura segunda  30 de agosto, domingo 22 del T.O. San Pablo exhortaba a los cristianos de su época, y, el Espíritu Santo, el Padre y el Hijo a nosotros, de que no se acomodarán a este mundo

Y, es que a los cristianos de la época de Pablo, los conocían no por su vestir, que vestían como todos, sino por su vida, porque ellos no hacían lo de la mayoría, ni lo que permitían o mandaban las autoridades, ellos eran leales súbditos del imperio, pero primero eran súbditos de Cristo, por eso amaban a todos, ayudaban a todos, abrían su casa a todos, pero no su lecho, no abortaban, ni exponían a sus hijos, no adulteraban y, si alguno lo hacía hacía grande penitencia, consideraban que todos eran iguales, no derrochaban en lujos lo que otros precisaban para comer, consideraban iguales a sus esclavos, y, los que eran esclavos veían en sus amos, a Cristo y a otro hermano, eso les delataba, tampoco tenían las costumbres de la sociedad romana, donde en materia sexual todo estaba permitido, los médicos estaban al lado de los enfermos, arriesgando su vida, mientras que en el mundo grecorromano, el médico se preveía contagio se largaba para proteger su vida.

Por eso cuando alguien se portaba así, lo denunciaban, era arrestado y confinado a ofrendar incienso es decir adorar a los ídolos, al no hacerlo, el perseguidor le regalaba un viaje al Cielo, el fuego, la cruz el agua, las fauces de animalitos de Dios, eran los encargados del billete. Hoy no habría mártires porque salvo honrosas excepciones que no dudo que haya, todos nos adaptamos muy bien a la mayoría,



Tiene razón el primer Papa,


Tiene razón el 1º Papa Pedro, Por Cristo por Jesús creemos en Dios. San Pedro en una de sus Cartas dice, que por medio de Jesús nos acercamos a Dios, descubrimos a Dios, ya antes de la muerte Redentora de Jesús, le había dicho al propio Jesús en su nombre y él de sus compañeros, que no tenían a donde ir, fuera de Jesús, ellos creían y sabían , que era Él señalado, el escogido, el enviado por Dios.

Es cierto, sin Jesús tendríamos de Dios la imagen de un ídolo, no es cierto que llegue la razón, la razón llega para no ser tan burro, de pensar que una maravilla como el mundo, como cada uno, sea objeto del azar, cuando todo muestra que nada se hace ni se ordena sólo

Pero por culpa del pecado de origen se acaba confundiendo la obra con el autor, de ahí nace la idolatría, o se cae en el motor inmóvil sin sentimientos, lo que lleva a que no duela ofenderle, y, si se evita el pecado sea por un temor cobarde y egoísta al infierno, ni el Pueblo judío se salva, la prueba es su facilidad para caer en la idolatría


No sólo Jesús nos muestra en si mismo, al Padre, nos muestra como nos ama el Padre,  lo importantes que somos para él, en Jesús vemos que el Padre nos creo porque nos ama, nos recrea porque nos ama, y, quiere nuestra dicha al punto de entregarnos a su propio Hijo. Sabemos que es Amor y por ello siente y le duele nuestro pecado, pues es un No a su Amor

Sí, Pedro el primer Papa tiene razón, en Jesús descubrimos a Dios.




Reino de verdad

 

Reino de verdad.

El Reinado de Jesús, es reinado de La Verdad, La Verdad que es él mismo, esa Verdad es la que proviene de Dios, no es como las nuestras que son mudables. Es La Verdad a la que sin saberlo aludió el poeta cuando dijo, “Tú verdad no, La Verdad y ven conmigo a buscarla”

Esa Verdad dice que El Padre cuida de todos sus hijos, no hace preferencias, si acaso con los más débiles, enfermos.

Que son muy importantes los animales y las plantas, pero el ser humano lo es más

Que nos ama tanto, que nos dio a su Hijo

Que somos sus hijos, lo que significa que somos hermanos

Que es él quien nos plasma en el seno materno

Luego viene el mundo nosotros, y disfrazamos o intentamos hacerlo La Verdad con nuestras mentiras, o medias verdades.



Qué redes debo dejar


Qué redes debo dejar. No se trata de dejar el pecado, sino de dejar o cambiar aquellas cosas buenas, pero  que me alejan de Dios, que no me permiten crecer en La Fe, servir a los otros.

Y eso lo tengo que descubrir en mi oración personal




Confirma la fe de Tomás

 


Confirma la fe de Tomás. Tomás no cree lo que dicen las mujeres, ni sus compañeros, Tomás sabe que Jesús murió, él solo creerá que está vivo, cuando lo sienta, lo vea con sus ojos, cuando palpe sus heridas; para saber que no es una ilusión un sueño, que él es el Rabí, El Señor.

Tomás anda fuera del grupo, cuando llega le cuentan que estuvo allí, que entró con las puerta cerradas. Si no fuera tan trágico lloraría, cómo pueden ser tan torpes, entonces les dice, que no creerá hasta que no vea en sus manos las huellas de los clavos y no las toque, o hasta que no palpe la herida de su Costado. Entonces todo se ilumina, Jesús se hace presente ante él y lo llama, por su nombre, Tomás, lo invita acercarse, y, hacer lo que quería. 

Tomás no duda, se acerca temblando, y, no toca las heridas de su Maestro, al contrario cae de rodillas, como tantos en la historia de su Pueblo, al encontrarse con El Viviente: de sus labios sólo salen estas palabras, Señor mío, y Dios mío

Jesús lo levanta, siente sus Manos de carne

Jesús lo mira, y le dice, “Tomás crees porque me has visto, bienaventurados los que creen en mí sin verme”

Pero también aquí era bienaventurado Tomás, cierto que vio a Jesús resucitado,  pero lo confesó Dios, y, la divinidad sí que no podía verla.

Después ya con Tomás, Jesús les dio el poder de perdonar a sus hermanos. Antes sin Tomás no, porque era a todos los que junto a Pedro que haría sus veces, iban a representarlo

Tomás no encontró a Jesús fuera del grupo de La Comunidad, para indicarnos que a Jesús lo encontramos en La Iglesia, y, si alguien de modo excepcional lo haya fuera; Dios lo envía a La Iglesia

Jesús se puso en medio de ellos, para indicarnos que el nexo que nos une en La Iglesia, a todos los que creemos en él es su presencia Resucitada

María se acerco despacio a Jesús. “Ves hijo, como debías volver para este pobrecito, que es más bueno”

Tú si  que eres buena, la mejor, y, suerte tienen mis hermanitos de que tú seas también su Mamá, y, ya sabes Inma(mami en hebreo). Yo estoy en el Padre, y, por tanto, siempre con nosotros. María iba caer de rodillas ante su Señor, Su Redentor, pero era, es su Mamá, así que le dio dos besos que sonaron a música de ángeles, luego sí, se arrodilló, pero Jesús se arrodilló también la abrazó, e invito a todos a hacer lo mismo, y, dirigirse todos al Padre con la plegaría que él les había enseñado.




domingo, 18 de octubre de 2020

Dios cuida el mundo con justicia

 

Dios cuida el mundo con justicia, Dios no ha abandonado al mundo, a su suerte, lo cuida con Amor, y su Amor es Justicia porqué El es Justo.

Dios ha dispuesto y previsto lo que conviene a cada una de sus criaturas, a las que no pueden pensar, les ha dotado de instintos dirigidos por él, ha establecido las estaciones, los cambios del clima, a los que ha hecho a su imagen y por tanto con capacidad de pensar, y, por ello libres, los rige, nos rige por las leyes de su Amor, por su Ley de Amor, nos une a su llamada a cuidar de los otros seres, del resto de la creación y unos de otros.

Dios cuida al mundo con Justicia, y, Amor, que es una cosa en él, pero no puede impedir nuestra libertad, pues nos hizo libres, pero nos reclamará si en vez de cuidar su obra la destrozamos



Podemos tener miedo


Podemos tener miedo, pero no dejar que nos domine, pues sólo El Señor Dios es nuestro dueño, Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo.  

El miedo es libre, aunque saque nuestra libertad, uno no puede decidir tener miedo, o, no. El valiente no es él que no tiene miedo de nada, ni de nadie, ese más bien es un loco, un niño un insensato, el valiente es él que tiene miedo, pero no deja que lo domine, que determine su vida.

Jesús tuvo miedo, pero no hubo hombre más valiente, simplemente agarro La Mano del Padre, aunque llegase a sudar sangre.

Sus seguidores no podemos tener miedo a nada, ni a nadie, no podemos dejar de vivir conforme al Evangelio, de decir La Verdad por miedo, algunos a perder amigos de FCB, pues ni de FCB ni de nada, ni los de toda la vida, porque nadie manda en nosotros, nadie nos puede hacer nada, en casos muy extremos que matarnos, pero sí solo se muere una vez, y, tras la muerte la resurrección, nuestro Dueño, nuestro Señor es el Dios Uno y Trino, y, es a él al que tenemos que seguir obedecer,  y, Dios no, nos deja nunca, ni aunque le dejamos nos busca hasta el último instante

Pero si por miedo dejamos que el mal nos domine, servimos no a Dios sino a la sociedad al mundo, cuyo príncipe es satan, caemos en su esclavitud, perdemos la libertad, y, aunque Dios nos sigue amando, y, buscando si estamos muy encenagados en el Mal es posible que no escuchemos a Dios, que creamos a satan que por sus servidores, nos dice que Dios no quiere que seamos libres, y, entonces, digamos “No a Dios, y rechacemos su Salvación”, y, eso es el Infierno




Iglesia militante, el trigo y la cizaña


La Iglesia militante es el campo donde crecen la cizaña y el trago . 

Los aspirantes a buenos, a santos, y los que somos malos, y los malos a voluntad, coexisten el bien y el mal, el bien por parte de Dios, de Jesús, el mal por parte humana

Trigo y cizaña en todos los estamentos, laicos, religiosos, clero, no hay uno sólo en él que no convivan el trigo y la cizaña, pero a veces la cizaña ayuda al trigo

Sí  se pretende arrancar de cuajo, sucede cómo en la parábola, se puede dañar el trigo.

Además el dueño “ Del campo de Trigo”, es decir el Fundador de La Iglesia, puede si la cizaña se deja, volverla trigo, y, el trigo si se ensorbece, y, se acerca a la cizaña, para atacarla puede acabar siendo cizaña.



Dios no es ajeno al dolor humano


Dios no es ajeno al dolor  humano, Dios no se complace en el dolor de su criatura preferida el ser humano, lo deja ya bien claro en el AT. Por eso Dios libera a Israel de Egipto

Dios no es ajeno al dolor de los seres humanos, y, por ello la tierra da alimentos para todos, pero Dios no puede sacar al hombre su libertad, y, cuando el hombre se apodera de lo que es de otros hombres, y, lo acapara, Dios no puede hacer nada, porque hizo al hombre libre, Dios sufre, por el pobre al que son conculcados sus derechos por el hambriento que no tiene que comer, porque otros se lo han quedado o lo han tirado, o han impedido a la tierra, producirlo, y, sufre por eso no deja de llamarlo, de buscarlo por el autor o autores de tanto daño, porque los ama, porque quiere que vivan felices con él, y, se están arrojando al infierno

Hay dolor en el mundo que en apariencia no es causado por nadie, digo en apariencia porque incluso en las catástrofes naturales, están las acciones de la humanidad consciente o inconsciente, Dios no interviene aunque a veces pueda hacerlo, porque no hizo el mundo, para que funcione a base de milagros, él estableció el curso de las estaciones, de los ríos, etc., además Dios ve mejor que nosotros, y, lo que a simple vista nuestra es un gran mal, ante Dios puede ser la gloria para muchos hijos suyos

Mucho menos quiere Dios el daño del pecado, y, sufre por todos los pecadores, en las Manos divinas y humanas de su Hijo, lleva las marcas de su Amor por quienes pecamos, por lo que lo rechazan, quien piense en un dios justiciero, ávido de condenas eternas para pecadores, que recuerde y se aplique lo que dice Pablo de si mismo, lo que podemos decir todos,

" Lo extraordinario es que siendo yo pecador, Cristo murió por mí"




Al partir el pan

 


Al partir el Pan. 

 Entraron en la taberna, el extranjero pidió una jarra de vino, y, una hogaza de pan, lo miraron extrañados, no pensaría comer solo pan y vino, el extranjero sonrío, de pronto tomo el pan lo partió y se lo dio. Y, entonces se cayeron las escamas de sus ojos, lo reconocieron, y, no porque viesen heridas en sus manos, no, no sabrían el porque, pero vieron que era él, partió el pan del mismo modo, que aquella noche,, era él, el Maestro, estaba vivo y con ellos, alzaron la vista, no había nadie

Se dirigieron al posadero. ¿Sabes dónde esta el griego que nos acompañaba?

Llegasteis solos, no venía nadie con vosotros

No, no estaban locos, allí estaba el Pan y el Vino, no, ahora entendían que sólo se encontraban con él los que él quería, tenían que volver, volver  junto a los 11 y María La Madre, La única que nunca dudo; y, decirles a todos, que El Señor había resucitado, ellos lo notaron ya en el Camino, mientras les explicaba Las Escrituras y echaba en cara su ignorancia y falta de Fe, a otro le hubieran parado los pies, a él sentían que no podían, su corazón se aceleraba al oír su Palabra


Llegaron al sitio donde estaban reunidos, les contaron paso a pasó lo que les había pasado; les respondieron que les creían era cierto, El Señor había resucitado, se había aparecido a Simón, a Pedro, entendieron que empezaba una etapa nueva, ahora la fe propia, la de los hermanos no se confirmaba, no se basaba en propios sentimientos, sino en lo que Simon Pedro, creyese y dijese, Pedro confirmaba su Fe


En otro momento, se hubieran ido, Pedro no era mejor que ellos, es más era peor había negado al Maestro, pero ahora tras El Encuentro en el Camino, y, tras haber comido el Pan que Él partió sabían que Jesús también estaba y hablaba por Pedro

Pero estaban cansados, eran como niños, precisaban mimitos, y  fueron sentarse al lado a los pies de La Mamá.





sábado, 17 de octubre de 2020

Ser imagen de Dios

 Ser  imagen de Dios

Meditación ev. de San Mateo 17.

Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Hay que dar a cada uno lo que le toca

He aquí una palabra llena de sabiduría y de ciencia celestial nos indica que debemos atenernos a dos obediencias. Una a las leyes divinas otra a las leyes humanas. Hay que pagar al César la moneda que lleva su efigie y la inscripción del César. Y a Dios lo que ha sido sellado   con el sello su imagen y semejanza 

Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios

Cristiano eres la moneda del tesoro divino; una moneda que lleva el sello y la inscripción del emperador divino.

Por tanto pregunto con Cristo

¿De quién son esta imagen y esta inscripción? 

Tú respondes; de Dios

Yo te digo, entonces ¿Porqué no das a Dios lo que es suyo?

Si queremos ser realmente imagen de Dios; debemos asemejarnos a Cristo ya que él es la imagen de la bondad de Dios y la impronta de su ser

Y Dios nos ha predestinado a ser imágenes de su Hijo

Y Cristo dio a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César 

Observo perfectamente los mandamientos de la tabla divina haciendose obediente hasta la muerte en Cruz y así fue levantado a lo màs alto de los cielos.

San Lorenzo de Brindis

Publicado en "Magnificat" del mes de octubre