viernes, 17 de marzo de 2017

La conciencia primera parte



La conciencia

“Todo lo que no es según conciencia es pecado” San Pablo, claro que la Biblia de Jerusalén,  traduce “conciencia" por  “Ley”; por Ley interior que debe querer decir lo mismo pero no lo sé.

La conciencia se dice que es la voz de Dios; sin embargo esto no es enteramente cierto, de ser así, sí que sería infalible, y habría que seguirla ciegamente, yo más bien la veo como un susurro.

Para mi es como un equivalente más desarrollado del instinto de los animales;  y que se resume más o menos así “tengo que defender mi vida”; por lo tanto todo aquello que la dañe, esta mal,  pero por lo mismo tengo que defender y no puedo dañar la de otros.  Ahí tenemos a lo bruto, el instinto primario que lleva a todo el mundo a rechazar el crimen.

Luego hay que propagar la especie

Hay que alimentarse porque si no se muere  y, de ahí, nacería el concepto de propiedad privada. Después las religiones, las ideas van formando la conciencia del hombre y haciéndola más compleja, pero incluso en algo tan primario como es el no matar, el hombre ha encontrado, desde siempre excusas para cargarse este mandamiento, y de hacerlo conforme “a su conciencia”

Los sacrificios humanos, fueron una de ellos

El aborto legal, es hoy otro

El nazismo con su raza superior, fue otro

El Estado debería respetar la conciencia de los individuos siempre que no dañen a otros, o al bien común,  y esto por varias cosas, pero también porque es imposible saber, si el que ha cometido un delito, lo ha hecho porque en conciencia lo veía así, o si lo ha hecho, porque es un delincuente; y desde luego jamás debería dejar el destino de un inocente, al arbitrio de la conciencia de otra persona.

Si queremos que la conciencia sea la voz de Dios, no queda más remedio que formarla y formarla bien y continuamente,  medios, oración, confesión, y estudio si hay más no los conozco.

Hablando de personas adultas, la mejor forma de conciencia formada, es la que sabe que puede equivocarse y acepta consejo de quien sabe más o tiene más autoridad

Los niños pequeños son los que se beben la lejía, aunque ponga (digo yo, que lo deben de poner por ellos; las botellas de lejía, la tontería “no útil para ingerir”); no lo hacen los adultos

La conciencia en un adulto; siempre debe ser lo primero, salvo cuando este es católico y su conciencia choca con lo que dice la Iglesia expresamente  o sea el Papa, el Concilio, no claro está un cura en un programa de la tele, y esto por lo puesto en el blog, de “obediencia sinónimo de libertad”, porque aunque la Iglesia puede estar equivocada, al mandar o prohibir algo,  lo que Dios nunca va permitir es que lo que prohíba hacer sea un  pecado de omisión, o que lo que mande sea pecado y eso es una garantía.


Ahora bien, y en esto entiendo a Santa Teresa que busco toda su vida, un confesor inteligente, yo en eso he tenido más suerte.

Nadie, nadie, ni el Papa, puede decir a otro que ha pecado, ni grave ni leve, y no puede, porque nadie puede entrar salvo Dios, en el interior del hombre; puede decirle que tal acción que hizo es mala, que es pecaminosa, pero no que haya pecado

Y esto porque para pecar, se requiere plena advertencia y perfecto consentimiento

Y saber, o creer que lo que se hace esta prohibido por Dios, o por la Iglesia

Y si uno no lo sabe, y se entera cuando ya el hecho es pasado, pues no hay culpa.

Una anécdota

En los años de la guerra civil, una joven de familia católica, fue violada por un sinvergüenza, a consecuencia de lo mismo, la chica quedo embarazada, su abuela que era una mujer creyente, religiosa, lo primero que dijo, fue “hay que buscar quien le deshaga eso, y darnos prisa, antes de que tenga alma, que después no podemos que es pecado”. La buena mujer, se basaba en lo que “el ancora de salvación”  decía, al hacer el examen para la confesión del 5º mandamiento: Si ha procurado aborto, y si fue antes o después de estar animada la creatura
Dando a entender que era más grave después de la animación, porque era ya una persona, pero que lógicamente una esposa no debía hacerlo nunca.

Pero claro esta, en el caso de su nieta no había una esposa, habia una joven, una niña casi que por un acto brutal estaba embarazada, entonces era casi una obligación “librarse de aquello”.

El aborto no se produjo, porque el padre,  de la   joven ateo y comunista que tuvo  exiliarse en Francia, se opuso y se opuso porque para él, que no creía en almas, ni en animaciones si su hija estaba embarazada es porque había un hijo formándose en sus entrañas, y ese hijo estaba vivo o de lo contrario no iba vivir nunca.

A mi me contó la historia, la propia bisnieta a la que su abuela “quiso asesinar antes de nacer”, bisabuela a la que según dijo adoraba.

Pues bien, si ese aborto se hubiera realizado, esa abuela no hubiese cometido ningún pecado pues estaba obrando con conciencia errónea,  pero si se habría producido una muerte inocente.

Ahora bien, si una persona antes de cometer una acción, se entera, o le dicen que esta prohibida por Dios, que la condena la Iglesia, tiene al menos que poner todos los medios para ver si es cierto, que esta prohibida,  y si  esa acción pudiese poner en peligro a alguien no debe hacerla, si lo hace entonces si tiene culpa

Porque el error de conciencia, no es decir: “sí pero yo no lo considero pecado” porque eso es ya juzgar la ley,  y como dice el sobrino de San José, “si juzgas la ley, ya no eres cumplidor de la misma, sino juez y uno sólo es el Juez”

Si no que es “yo obro así, porque creo que estoy obrando bien, y según lo que sé estoy obrando bien, pero si me demuestran que no, cambio”

Por eso es necesario la formación de la conciencia, también para poder aconsejar y enseñar, y corregir a otros sin juzgarlos; es lo que aconseja San Pablo, cuando habla de los alimentos impuros o de las carnes sacrificadas a los ídolos.

Y lo que hay también que tener en cuenta a la hora de analizar la historia para no condenar a la hoguera, o al mismísimo infierno, hechos que hoy suenan horribles, porque lo son, pero que sus autores no tenían nuestra madurez espiritual, y no podemos decidir que obraran con mala conciencia.

Y aquí  voy muy resumido con los tipos de mala conciencia

La conciencia laxa: Para la que  “ancha es Castilla” todo esta permitido,  hay que gozar de la vida

La conciencia escrupulosa.  Que hace ver el pecado donde no lo hay, que más que el Dios Papá de Jesús presenta un general tipo Pinochet  u otro mandón

La conciencia farisaica. Que es experta en ver los pecados de los otros, los suyos aunque sean igual o mayores, son virtudes.

Como la de aquella comedia de Arniches

Señora.- ¿Te has fijado, la señorita N  se casa el jueves embarazadísima, que horror, qué poca vergüenza,  en estado antes del matrimonio ¿no te parece querido?

Señor, marido de Señora.-  No, veo nada del otro jueves, no es la primera, te recuerdo querida, que tú, también te casaste encinta

Señora (frunciendo el ceño).- Sí, pero no compares, que yo iba embarazada de un poquitin de nada, y además era de ti, cariño


Seguro que altere en algo los diálogos, de los nombres ni me acuerdo, ni del título, porque la vi, en Estudio abierto, hace siglos