Dios a veces no, nos da nada de lo que le pedimos, hace algo mucho mejor; nos quita lo que tenemos, porque nos impide vivir de verdad
Hasta aquí estas palabras son de la homilia del viernes santo, en La Coruña
Muchas veces oramos, rezamos por una cosa concreta, y, Dios parece que no, nos oyé, y es más no solo no, nos da lo que le pedimos, si no que permite o hace que perdamos algo, puede ser persona, salud, cualidad, amigos, lo que sea, que pensabamos primordial como voy a vivir sin eso, sin este, o esta, nos lo quita; no solo nos niega pues no, nos lo concede lo que pedimos, si no que nos despoja
Y, eso,no nos hace gracia, “ Es que no salgo de una ya estoy en otra”; “Después de esto, ahora...” “Yo no sé ya que hacer, porque este castigo, qué hice”; “ya no me importa morir”
Son más o menos frases con las que acompañamos el pataleo, pero Dios no se inmuta, él lo hace por nuestro bien, lo que pedíamos y pensabamos bueno, no lo era, En Casa, lo comprobaremos, lo segundo a lo que nos aferrabamos nos alejaba sin saberlo de él, o lo iba hacer, se estaba convirtiendo en un ídolo, habíamos puesto en él la confianza, la fuerza, y Dios quiere que solo la pongamos en la Roca que es Él, pronto comprobamos que vivimos igual, no, igual no, mucho mejor más libres.
En realidad Dios hace lo que cualquier papá o mamá.
