Un día de vida, película del año 1950
Película mexicana, que está ambientada en la revolución mexicana, y cuenta la historia de una escritora que llega a Ciudad de México para entrevistar a un joven general, pero se encuentra con que el general ha sido condenado a muerte, y, ya no puede recibir visitas, pero si aceptan que le deje un paquete de tabaco
El motivo de la condena ha sido apoyar la revolución; y será su mejor amigo quien haya de dirigir el pelotón de fusilamiento.
La joven consigue ir a visitar a la madre del General, una mujer mexicana, a la que todos llaman mamá Juanita, y que es muy querida por todos
Una mujer menuda, que ama a México lo mismo que a Dios, y que ama de verdad a sus campesinos. Mamá Juanita dice a la joven escritora que fue para conocerla a ella, no le cuenta, que van a matar a su hijo; sin embargo mamá Juanita le cuenta la muerte por la patría, no por el Estado de todos sus hijos y su esposo, salvo el general claro esta, y le añade “mañana es mi cumpleaños y mi hijo vendrá, viene siempre a felicitarme, cantarme "mis mañanitas, y bailar conmigo”
La joven se queda consternada, pensando, pobre mujer, mañana su hijo será preparado para ser fusilado
Pero al otro día con un permiso especial el hijo se presenta, con el amigo que lo va fusilar, y todo transcurre como la madre dijo, al final después de que baile con ella, el amigo habla con mamá Juanita y le dice que le diga que pida perdón, eso solo. Entonces mamá Juanita le cuenta que lo sabe todo, sabe lo de su condena a muerte, y apoya a su hijo, el amigo le cuenta que le sugirió que le propuso escapase, pero se negó
Y, la mamá le riñe, como se iba escapar, les pide que lo entierren junto a su esposo. Y se despide bendiciendo a los dos jóvenes
Su corazón de madre sufriría más si su hijo fuese cobarde, o traidor.
La mamá parece la madre de los Macabeos
Llega el día de la ejecución, y la joven periodista se presenta, se echa al suelo, y grita que no lo maten. Pero es tarde, varios tiros ponen fin a la vida del héroe, un tiro de gracia de su amigo, se asegura su muerte.
A mí me planteó varias preguntas:
¿Se debe obedecer y amar a la patria hasta el punto de matar a un amigo? Mi respuesta es que no, el amigo debió huir con él, o afrontar con él la muerte
Sin embargo sí es admirable la postura del general, no se puede pedir perdón por lo que se cree justo, y escapar sería condenar a muerte a su amigo, o a penal
La postura de la mamá tampoco es razonable, la señora Macabea, lo hacía por Dios, pero a la patria que le den, una mamá no debe consentir sacrificar la vida de un hijo por nada. Un papá es otra cosa, es mi opinión.