martes, 28 de marzo de 2023

Oireis hablar de guerras y rumores de guerra

 

Oiréis hablar de guerras y rumores de guerras... Ev Mt, Lc, Mc
Más o menos con las mismas palabras, con algunas pequeñas diferencias, todos los Evangelios excepto Juan, nos traen un pequeño anuncio, apocaliptico
“Oireis hablar  de guerras, y rumores de guerras, habrá hambre en diversos lugares, terremotos. No temáis se acerca vuestra liberación”
Esto no es una noticia de prensa, es una noticia de Salvación, y tiene varios significados
Yo aquí lo percibó como el anunció de Jesús, a los suyos, de lo que iba pasar en la Iglesia, de lo que pasó en La Comunidad de cada uno de ellos
Y, de lo que ha pasado en tantas etapas de La Iglesia
Ahora también
La Iglesia católica, yo no puedo hablar de las demás, no es perfecta, sí lo fuera yo no sería una de sus piedrecillas, no está formada por pecadores, me refiero a su parte militante, terrena. 
A veces leo, o escucho hablar a personas incluso personas que se supone saben, conocen el Evangelio, ya sean sacerdotes, religiosos o laicos. 
Que tienen miedo, de que La Iglesia sea engullida por el mundo, que caiga, que desaparezca.
Y, me pregunto. ¿Son de verdad cristianos católicos?. Porque sí lo son, saben que El poder del Infierno no la derrotara, a lo mejor se manchan sus muros, pero se limpian
Hay terremotos en el interior, claro que sí, por quienes, quieren acomodarse al mundo, y les importa el rebaño 3 pimientos, y por quienes, quieren acomodarse a sus gustos, y pretenden porque las ovejas tampoco les importan, que el pueblo fiel pueda orar a su Dios, sabiendo lo que dice. Son los que se olvidan p.e. Que la Misa en latín, fue la misa del pueblo, porque el latín era la lengua del pueblo.
Y están los sencillos los que dudan, pero saben que junto a la roca, que es Pedro, que es Francisco, están seguros porque La Verdadera piedra angular que es Cristo, lo sostiene.
Se nota el terremoto, se balancea el Edificio, pero sabemos no caerá.
Y hay guerras, guerras civiles, guerras, disputas entre unos sectores de La Iglesia del modo de verla, y de otros, y hay heridos, pero también sabemos de que lado estar. Y a lo mejor acabamos siendo una Iglesia perseguida, en muchos países ya lo somos. 
Y, hay hambre, no hambre de pan, pero si hambre del pan eucaristico, del pan de la Palabra, del Pan de la Doctrina en muchos lugares, en muchas partes de La Iglesia, porque los pastores no alimentan a sus ovejas, y en vez del pan de la Palabra, les dan panes que no valen para nada que no sacian
Pero Dios sigue nutriendo a sus fieles, a sus hijos, a sus ovejuelas.
Y, haciendo que llegué su mensaje de Amor a todo, él que quiera recibirlo
Y, a lo mejor te llega por un cura viejito, por la escucha de un teólogo y biblista laico, por una lectura, por donde menos te lo esperas.
Pero Dios sacia tu hambre
Y, tú y el otro, y yo pienso tenemos el deber cada uno donde pueda, y como sea de transmitir este amor, este pan de La Palabra a los hermanos, y a los que aún no saben que lo son.
Y, cuando sintamos hablar de guerras, de terremotos en el seno de La Iglesia, recordemos que en Pentecostés, también tembló toda la casa, y se llenaron del Espíritu Santo.
No tengamos miedo, y esperemos un Nuevo Pentecostés. Tenemos la Palabra de Jesús, que es Nuestro Hermano, Nuestro Dios, y es Veraz.