Vía crucis del dia de la mujer
Primera estación
Jesús condenado a muerte
Pilatos dictó sentencia contra Jesús, condenándolo a morir crucificado
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, que por tu Cruz redimiste al mundo
Cuántas mujeres son hoy condenadas a muerte
Mujeres muertas a manos de sus esposos, padres, amantes, clientes
Mujeres muertas en guerras injustas, ninguna guerra es justa
Mujeres muertas en el alma, porque han visto morir a sus hijos, esposos, padres, hermanos
Mujeres que han muerto en el mar, huyendo de la guerra, de la persecución del hambre
Mujeres muertas socialmente, porque se les niega el derecho a la educación
Mujeres muertas en el útero de sus madres
Mujeres muertas espiritualmente, anímicamente porque les robaron el alma, al “obligarlas a matar a sus hijos no nacidos”
Y, en todas ellas, eres tú Jesús, el condenado a muerte, y el nuevamente muerto
Jesús ten piedad de nosotros pecadores
Segunda estación
Jesús carga con La Cruz
Salió Jesús llevando su Cruz, hacia el lugar que llaman el Calvario.
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, que por tu Cruz redimiste al mundo
También muchas mujeres cargan con su cruz
La Cruz del abandono
La Cruz del exilio
La Cruz del paro
La Cruz de la persecución
La Cruz del maltrato
La Cruz del dolor por haber sido cómplices en la muerte del hijo, o hija no nato
Mientras los que ponen esa cruz sobre sus hombros, miran para otro lado, a veces a lo mejor hasta van detrás de tu imagen de escayola Jesús, pero tú estás con estas mujeres, con ellas cargas de nuevo tu Cruz
Jesús ten piedad de nosotros pecadores
Tercera estación
Jesús cae por primera vez
Jesús cae por el peso del madero, atado a sus hombros
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, que por tu Cruz redimiste al mundo
Cuantas mujeres caen, pierden la dignidad recibida del Creador, cuantas mujeres caen y pierden la fe, la esperanza, al ser pisoteadas, vejadas, violadas, o al dejarse tratar como meros objetos
Pero tú Jesús estás ahi para levantarlas
Jesús ten piedad de nosotros pecadores.
Cuarta estación
Jesús encuentra a su Madre
La Mirada de Jesús, se cruza con la de su Madre, y la Madre infunde ánimos al Hijo.
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, que por tu Cruz redimiste al mundo
Nadie tiene la fuerza de una mujer, y menos de una madre o esposa
También hoy como María, otras “Marías”, encuentran a Jesús el Cristo, Camino del Calvario, de su Calvario
Madres de presos comunes
Madres de presos políticos en tantas dictaduras, aunque ahora pienso en la madre del obispo de Nicaragua
Madres de jóvenes presos de las drogas, o cualquier otra adicción
Madres de exiliados
Madres de jóvenes muertos en la guerra, sea la que sea
Madres de condenados a muerte, por su fe, sus ideas, o por lo que sea la pena de muerte siempre es un asesinato, porque solo Dios es dueño de la vida
Madres que velan junto a la cama del hijo enfermo
Madres de hijos que han perdido la Fe
Madres que aún no teniendo Fe, ayudan y guían a sus hijos en el bien, porque en toda madre, habita Dios
María, Madre de Dios, Madre del hombre Jesús condenado a muerte injusta, María de Nazaret, Mujer como nosotras las mujeres, junto con tu Hijo media ante el Padre Madre infinito por nosotros
Santa María Madre de Dios. Ruega por nosotros pecadores.
Quinta estación
El Cirineo ayuda a Jesús a llevar la Cruz
Echaron mano a un tal Simón de Cirene,que venía del campo y le obligaron a llevar la cruz detrás de Jesús
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, que por tu Cruz redimiste al mundo
Cuantas mujeres son cirineos de otras, religiosas, laicas, mujeres de ONGs, ayudando a mujeres heridas a recuperar su dignidad, mujeres corrientes ayudando y sosteniendo a otras mujeres, para que no tomen decisiones equivocadas, mujeres levantando a otras mujeres y otros hombres del fango, y ahi Jesús, ayudándote a tí.
Jesús ten piedad de nosotros pecadores.
Sexta estación
Jesús cae por segunda vez
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, que por tu Cruz redimiste al mundo
También muchas mujeres caen de nuevo en el miedo, la desesperación, en el fango, y también de nuevo tú Jesús les das la mano, para que se aferren a ella, y se levanten de nuevo, porque tú no quieres a nadie hundido en el Infierno, en el fango, en el miedo
Jesús ten piedad de nosotros pecadores.
Séptima estación
La Verónica limpia el rostro de Jesús
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, que por tu Cruz redimiste al mundo
Mujeres ayudando a otras mujeres a salir del mundo de la prostitución, de las drogas, del alcohol
Mujeres ayudando a otras a integrarse en la sociedad, tendiendo la mano a mujeres pobres, inmigrantes
Mujeres ayudando a mujeres a seguir adelante con un embarazo no previsto, sin juzgarlas
Mujeres ayudando a mujeres que no tuvieron fuerza para seguir con un embarazo no previsto, a asumir lo que han hecho, pero confíar y buscar el abrazo de Dios, a no desesperar, y a no volver a caer en lo mismo
Y, ahi limpiando su dignidad, su rostro, están Jesús limpiando el tuyo, y tú las estás, nos estás limpiando
Jesús ten piedad de nosotros pecadores.
Octava estación
Jesús consuela a las hijas de Jerusalén
Le seguían un grupo de mujeres llorando, él se volvió y les dijo, hijas de Jerusalén, no lloreis por mí, llorad por vosotras y vuestros hijos...
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, que por tu Cruz redimiste al mundo
Cuantos desagravios tontos, cuantos desagravios por culpas causadas por nosotras mismas, Jesús no quiere lagrimas porque hayan quitado una cruz de una calle, quiere que lloremos por las mujeres, hombres y niños que se siguen y seguimos crucificando
Que no, nos limitemos a condenas, sino que tendamos la mano al otro sin preguntarle, solo mirándolo a los ojos, para ver su necesidad, no poner en situación de hacer lo que su corazón no quiere, lo que Dios no quiere, llorar por los pecados propios, por el hermano herido, por el hermano caído, mientras le ayudamos a levantarse, desagraviar es cosa de Jesús, y sí una película p.e. Nos molesta llega que no vayamos a verla, pero no callemos ante el hambre, la explotación, el maltrato, la muerte de inocentes.
Jesús ten piedad de nosotros pecadores.
Novena estación
Jesús cae por tercera vez
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, que por tu Cruz redimiste al mundo
Fue la última caída antes del Calvario, pero Jesús se levantó y siguió. Y Jesús por medio de otras mujeres, y otros hombres sigue brindando su mano, a mujeres que han vuelto a derrumbarse, o que han derrumbado en el fango de la vida
Jesús ten piedad de nosotros pecadores.
Décima estación
Jesús es despojado de sus vestiduras
Los soldados se repartieron sus vestidos y sortearon su túnica
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, que por tu Cruz redimiste al mundo
Cuántas mujeres son despojadas de su vestidura de mujer, de su dignidad femenina, mujeres tratadas como objetos, mujeres prostituídas, obligadas a prostituirse, obligadas a casarse siendo niñas, obligadas a “venderse” para dar de comer a sus hijos, mujeres sometidas a la trata, mujeres despojadas del nombre de madres, y convertidas en tumbas de sus hijos
Mujeres despojadas de sus vestiduras, pero Jesús quiere por medio de los que nos llamamos cristianos, ofrecerles de nuevo su vestido de la dignidad femenina, de hijas de Dios, cubrirlas con el Amor del Padre, y el suyo que es la Ruhah divina. Vestirlas de nuevo, como hizo un día en el paraíso con la primera pareja
Jesús ten piedad de nosotros pecadores
Undécima estación
Jesús es crucificado
Mientras lo crucificaban Jesús, decía: Padre perdonales, porque no saben lo que hacen
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, que por tu Cruz redimiste al mundo
Muchas mujeres son hoy “crucificadas”al privarlas de su dignidad, al volverlas objetos, y algunas en países islámicos lo son también de modo real
Pero Jesús está con ellas, y quienes les ayuda, Jesús les grita nos grita que La Cruz solo es un paso, a la Resurrección, a sentarse en el regazo del Padre
Jesús ten piedad de nosotros pecadores
Duodécima estación
Jesús muere en La Cruz
Mujeres asesinadas, muertas a manos de violadores, proxenetas que significa chulos de putas, de traficantes de personas, muertas por la droga, muertas en abortorios muertos ahi muchas veces cuerpo y alma, muertas en guerras, ahogadas en el mar huyendo de la guerra, el hambre etc
Y en cada una vuelve Jesús su Hermano mayor a morir. No podemos ser cómplices de estas muertes aunque a veces no lo parezcan
Jesús ten piedad de nosotros pecadores
Décimo tercera estación
Jesús muerto en brazos de su Madre
María Madre Dolorosa al pie de La Cruz de tu Hijo, bendito sea tu Dolor humano, solo humano, ayúdanos como Madre, Hermana y Señora. Ahora que tienes a tu Hijo en brazos como en Belén.
María recibe el cuerpo cadáver de su Hijo, cuerpo maltrecho, al que apenas puede sostener, pero cuerpo que ella sabe, pronto volverá glorioso, pero ahora lo ve muerto, ve muerto al niño que parió un día en una cuadra en Belén
Y aquí María la Madre Dolorosa abraza a todas las madres que ven sin poder hacer nada morir a sus hijos, a las que los abrazan muertos y a las que ni eso pueden hacer
María con ellas y por ellas abraza a las madres rusas, a las madres ucranianas, a las madres sirias, a las madres de tantos sitios y países donde se pisotea la dignidad humana, donde se hace la guerra, y se llevá a unos hombres a matar a otros
Maria La Madre Dolorosa, abraza a las madres que ven a sus hijos e hijas muertos por la droga, la violencia
A las madres que ven a sus hijos agonizar en un hospital
Y, a las madres que ven a sus hijos alejarse de Dios, y les garantiza que ella y su hijo, no pararán, hasta que ese hijo alejado vuelva al hogar, y que sí lleva 4 días ya muerto su Niño Jesús, lo levantará de nuevo
Santa María Madre de Dios ruega por nosotros pecadores.
Décimo cuarta estación
Jesús es sepultado
Te adoramos Cristo, y te bendecimos, que por tu Cruz redimiste al mundo
Nicodemo y José de Arimatea, con el permiso de Pilatos sepultan a Jesús, José de Arimatea cede su sepulcro nuevo, y compra una sábana nueva.
Jesús lo va ocupar poco tiempo
El Padre lo despertará del sueño de la muerte, lo elevará hasta él.
El primer día de la semana es decir el Domingo, irán unas mujeres para acabar de ungir el cadáver, María La Virgen de La Pascua no irá, ella no busca al Viviente entre los muertos
Que ella interceda ante el Resucitado, por todas las mujeres.
Padre nuestro que estás en el Cielo...
Dios te salvé María llena eres de Gracia...
Pastor que con tus silbos amorosos
me despertaste del profundo sueño
Tú que hiciste cayado poderoso
del árbol donde tiendes tus brazos poderosos
vuelve los ojos a mi fe, piadosos
Pues te confieso por Amor y Dueño
Y, La Palabra de seguirte empeño
Tus dulces silbos
Y Tus pies hermosos
Oyé Pastor que por amores mueres
No, te espante el rigor de mis pecados
Pues tan amigos de rendidos eres
Espera pues y escucha mis cuitados
Pero cómo te digo que me esperes
Sí ya están para esperar los pies clavados.(Lope de Vega).