Obedecer a Dios primero
Obedecer a Dios primero, significa varias cosas en primer lugar no obrar a lo loco, sino pensando reflexionando, para ver sí eso que voy hacer, ya sea por decisión propia o por mandato de autoridad legítima, es conforme con el querer de Dios
Es decir no se opone a la Ley natural
No va contra el Evangelio
No va contra lo que Dios quiere para mí, si eres una persona casada, no puedes dar todos tus bienes en limosna
Sí lo que yo intuyó en la oración personal, que Dios me pide, es incompatible con el mandato, y ver sí realmente debo obedecer. Cosa aparte es para los que tengan voto de obediencia
En el caso de que la ley, o mandato se oponga abiertamente a la Ley natural, o al Evangelio mi deber es desobedecerla, pero obedecer todas las que esa autoridad dé y que no se opongan
Tampoco debera obedecer las que vayan o sean incompatibles con mi vocación
En cuanto a la moción surgida en la oración, habré de calibrar sí el mandato no es inmoral ni anti evangélico, tendré que ver, con prudencia de quien viene el mandato, y las consecuencias que tendría el desobedecer
Sí el mandato viene de los padres, del sacerdote guía, del Papa, o del obispo, o de un amigo cristiano, o persona de conciencia recta, se debe obedecer o seguir. A veces podemos confundir La Paloma del Espíritu, con los pájaros que tenemos en la cabeza
Sí es de un dirigente político, habrá que ver si tiene consecuencias para nosotros o para otros, si no causa daño, lo mejor es obedecer.