Jesús nos conoce a cada uno, nos ha visto “bajo la higuera”. Cuando Natanael escuchó hablar a Felipe de Jesús, le dejó bien claro que aquel hombre, no podía ser el Mesías, El Envíado. La razón era de peso, era de peso para Natanael. Jesús era de Nazareth
Luego cuando se encontraron Y, Jesús lo alabó, dijo de él que era un buen israelita, un buen judío. Natanael sin duda pensando en una adulación le dijo; le preguntó de que lo conocía
Fue entonces cuando Jesús le dijo, que lo había visto debajo de la higuera.
Y, ahí se le aclaró todo a Natanael y confesó a Jesús como el Mesías. Porque lo había visto debajo de la higuera
Naturalmente se refiere a que lo vió en un momento transcendente para él, un momento en que estaría pensado en tomar o no tomar una resolución determinada, que lo vió luchando consigo mismo, como Jacob también llamado Israel con Yhv
Ni que decir tiene que si lo hubiese visto durmiendo la siesta bajo la higuera, eso no habría asombrado a Natanael.
Pues bien nosotros también tenemos nuestra higuera, esos momentos en que hemos luchado, antes de caer o vencer la tentación, antes de tomar una resolución, en que nos sentimos solos pero Jesús estaba ahi, mirando, y ayudando
Él nos ha visto debajo de la higuera, y sabe si al final somos no ya buenos israelitas, buenos judíos, sino buenos trocitos suyos, es decir buenos cristianos
No lo olvidemos Jesús nos ha visto debajo de la higuera