martes, 14 de marzo de 2023

La obligación de amarse


La obligación del amor a uno mismo
El amor no la auto idolatría  es una obligación sagrada
Yo, tengo que amarme, por muchas razones
Primera tengo el deber de amar lo que Dios ha hecho y ama, Dios ama todo lo que hace, dado que me ha creado y mantiene el ser, me ama, además me ha redimido, se ha hecho hombre en su Segunda Persona, por mí, yo para Dios valgo mucho, me lleva tatuada en la palma de su Mano
Así que tengo que amarme por eso
Tengo que amarme por  todas las cosas buenas dones, carismas que Dios me ha dado, que son suyos, lo mío es el pecado, defectos, pero lo bueno es suyo, tengo que amarme por eso.
Segundo. Tengo que amarme porque el amor que me tengo a mí, es la medida del que debo al prójimo. 
Y eso implica que debo procurar el crecimiento el progreso espiritual, la felicidad, pero de verdad no cargarme por 4sg aquí la eterna, que debo cuidar mi cuerpo, mi salud, pero antes la vida del espirítu, que he de procurar ser feliz
Que no debo permitir se conculquen mis derechos, del mismo modo que debo defender los del otro, y para ello debo cumplir mis deberes
Que debo estar dispuesta a servir, no a ser servil, no a tolerar insultos pero si vienen no odiar por ello, si corregir, que debo lavar y dejar me laven los pies, pero inclinar la Cabeza solo ante Dios
Que no debo ser alfombra, porque tampoco puedo usar a nadie de alfombra
Y, eso no quita que a veces, por ser coherente con el Evangelio, uno se vea obligado a ser pisoteado, pero no querido como meta, lo que tengo que querer es la fidelidad al Evangelio, y si eso exige  ceder en el amor a mi misma,  tendrá que pasar el amor a mi persona, a segundo lugar.
Pero la obligación de amarme está ahi, y no es negociable
Decía al empezar, amarse no idolatrarse, es decir yo no puedo hacer de mi misma, un absoluto, solo yo cuento, lo que yo digo, lo que yo hago, sí fueran como yo, no. Eso es idolatría, no puedo atraer con mi vida a nadie a mí, sino reflejar a Jesús, para que lo descubran a él.
No es fácil amarse.