No podemos avanzar movernos sin el Espíritu Santo. De nada vale el estudio que es necesario, ni ayunos, ni buenos ejemplos, ni cursos bíblicos, sí no tratamos al Espíritu Santo, sí no lo pedimos a Dios, no avanzaremos en el camino, hacia el Camino que es Jesús, seremos unos cristianos anémicos, beatorros es decir nada
Debemos tratar a la Ruha divina, y, un medio muy bueno, es hacerlo con la ayuda de María. Ella nos enseñará a serle dócil
Tratar al Espíritu como Don increado del Padre y del Hijo, y como Amor infinito de ambos, y, como Persona eterna, distinta de ambos, como el Dios de la vida
El Espíritu Santo nos guía, por La Escritura y los Padres, Palabra de Dios recibida en La Iglesia e interpretada rectamente por ella, por el Papa
No por voces extrañas ni luces. No, le gusta lo normal
Lo otro rara vez será señal suya, más bien locura, o algo peor
Tratarlo, pedirle sus Dones, cada tiempo ver qué frutos nos hace producir, que carismas nos ha dado, y, cómo los usamos.