Leer la Escritura, sin hacernos avances
Cuando una película o un libro nos ha gustado mucho, al cabo de un tiempo prudencial, a veces lo volvemos a leer, o a ver.
Podemos hacerlo, desde otro ángulo, y no teniendo en cuenta que ya la hemos visto
La Biblia es un libro, bueno 73 siempre nuevos, pero cuyas historias muchas de ellas, las sabemos ya, incluso recordamos lo que se nos dijo por ellas en las últimas lecturas
Así que podemos caer en el error, de leerla haciéndonos avances; y eso es un error debemos leerla como sí fuese la primera vez, dejando que La Ruha divina nos sorprenda. Y sí no lo hace, no forzarla, no ir de libro en libro, que no es el juego de la Oca, sí la forzamos sí acabará diciéndonos y justo lo que queremos, pero no será Dios quien nos hablé, si no la loca de la casa; así que leamos la Biblia sin avances.
Y, no cometamos el error de leer los Evangelios prescindiendo del AT, sí no queremos convertirlo en cuentitos piadosos, ni de leer el AT olvidando el Evangelio,, pues tenemos que leerlo con las gafas de Jesús y de su Esposa La Iglesia
Por último no olvidemos que sin su estudio, nos va costar más, y ahora mismo, no hace cursos bíblicos aquel al que no le da la gana.
