lunes, 8 de mayo de 2023

El joven del patinete y los curas del covid


El joven del patinete y los curas del covid
Todos conocemos la historia del jovén español Ignacio Etcheverría, quien murió al intentar defender y salvar la vida de una mujer que estaba siendo agredida por un yihadista en Londrés. 
Su causa de canonización parece ser, que ha sido abierta
Bien, para mí Ignacio es un héroe, desde luego que sí, se arriesgo, yo en su lugar y no soy la única hubiera escapado, por patas
Ignacio sabía que corría peligro, pero seguramente pensará que se  trataba de un robo, o que podría solucionarlo a golpe de patinetazo, que tal vez se llevase algún golpe, pero no esperaba que lo fueran a matar.
Ahora dejo un momento a Ignacio, y me voy con otros olvidados pero no de Dios, pues los tiene en sus brazos, me refiero a los sacerdotes del covid, a sacerdotes que durante la pandemia, asistieron y dieron consuelo a los enfermos. Pero voy más allá a sacerdotes de los que hay más de uno, traigo el nombre de uno, pero hay más que dieron directamente la vida.
Cito el nombre que conozco, D.Giussepe un párroco italiano, que estaba respirando bien con el oxigeno que le habían dado, y que se lo sacó para darselo al jovén que estaba en la mesa continua y que se estaba ahogando, D. Giussepe sabía al contrario de Ignacio, que al sacarse el oxigeno iba morir, el joven viviría pero él moriría,no había otra salida, pero lo mismo que el judío en cuyo Nombre actúaba cada día, el judío Jesús que opto por la muerte para darnos la vida, D.  Giussepe como si fuera la cosa más natural del mundo, optó por la muerte, para dar la vida al joven que no conocía. Y no fue el único sacerdote que lo hizo, hay más al menos dos más
Y que yo sepa nadie, se ha recordado de ellos, nadie ha abierto sus causas de canonización, y sin sacarle su mérito al acto heroico de Ignacio, estos curas se llevan la palma, porque no es lo mismo saber que corres riesgo, que saber que vas a la muerte.
Yo desde luego consideró mártires tanto a Ignacio como a los sacerdotes, pero más a los sacerdotes.
Que ellos pidan a La Virgen reina de todos los mártires por todos los cobardes, entre los que me incluyo muy gustosa.