Felices los calumniados y perseguidos y hasta asesinados por ser fieles a Jesús, por procurar imitarlo
No felices sino “pobrecitos”, los que son calumniados por gentes sin conciencia, sino los que son calumniados, los perseguidos y hasta los asesinados, por ser fieles al Evangelio, por buscar a Jesús, por imitarlo en su vida, que es la entrega al Padre y a los hermanos, por procurar imitarlo, por hacer su voluntad
Y que por ello son insultados, tachados unas veces de “retrogrados”, de fascistas, cavernícolas, otras de “demasiado avanzados, de comunistas de rojos”, de machistas, de feministas, de intolerantes, o condescendientes...
Pero no pensemos que en esta bienaventuranza entramos solo los cristianos, no entran muchos sin saberlo, todos aquellos que sufren desprecio, persecución y muerte por implantar la justicia y la verdad en el mundo, pues ahí aunque no lo sepan están obedeciendo la Voluntad de Dios e imitando y obedeciendo a Jesús.