Cómo responder y asumir mi bautismo
Hay personas que son bautizadas de adultas, yo pertenezco gracias si a Dios en primer lugar, a mi familia en segundo a los que fueron bautizados de bebés
A mí se me “conculcó la libertad, de si quería ser de Cristo, o no”, como se me conculcó la libertad de qué nombre quería, que nacionalidad quería, si quería ser analfabeta , o no, lo que quería comer, o si no quería comer, si andar vestida o desnuda.
Vamos que como a todos, porque si unos padres, incluídos los que siendo cristianos no bautizan a sus hijos bebés, si unos padres no conculcan la voluntad de sus hijos, y esperan a que el niño pueda decidir, no llega a hacerlo, se muere antes
Pero llega un momento en que yo soy consciente de mi bautismo, y que tengo que tomar una postura frente a Jesús, ya no vale lo que mis padres quisieron, yo soy una persona adulta, y he de asumirlo, naturalmente el bautismo pues fue en la Fe de La Iglesia, me ha marcado para siempre, pero eso no me quita la libertad, he de optar por Jesús, o sin Jesús
Y, esta opción no es de un día, es de cada día, y cada instante, pero para ello, he de conocer a Jesús
Cómo
En el trato en la oración personal
En la escucha de su Palabra, que es él mismo, lectura orante y estudio de la Biblia
En la escucha de La Tradición viva de La Iglesia, y no los alfileres al pobre de San Antonio, no son ni forman parte de La Tradición viva de La Iglesia, pero es una costumbre chula
En la escucha de su Esposa, La Iglesia
En la formación y actualización doctrinal
En los sacramentos
Por suerte los que tuvimos padres, que fueron benditos sean, contra “nuestra libertad”, lo tenemos más fácil porque Jesús nos acompañó desde la cuna
Pero del mismo modo que no dormimos en la cuna, ni usamos la ropa de cristianar, bueno algunos parece que sí, por lo pequeña que les queda, pues tenemos medio camino andado, Jesús y sus papás La Virgen y San José, son unos familiares más, gente de casa, y por eso, yo sé a quien he creído, de quien me fío y se que estoy segura, yo podré fallarle, lo hice ni te cuento, él y sus papis, nunca.
