El padre del pródigo le puso una túnica nueva.
Jamás me había fijado en ese detalle, que es muy importante, no esta de adorno
El chaval llega con su túnica sucia, el padre podía, mandar a las esclavas que la lavasen, y la zurcieran si hacía falta
Pero no, lo que hace es darle una nueva, enteramente nueva, una en la que ni de lejos hay el olor de la porqueriza, una que cuando tras una buena ducha, se la ponga se va sentir nuevo, no le va traer viejos recuerdos
La túnica nueva es la acogida nueva y total, todo empieza
Dios Padre es igual, perdona absolutamente, no recuerda no tiene memoria, nos saca la túnica del pecado, y nos viste con la túnica de la Sangre de su Hijo
Por eso no entenderé nunca el revólver en el pasado, una cosa es sentir dolor por las infidelidades pasadas y presentes, pero confesar hacer penitencia por lo ya perdonado, simplemente es como sí el chavalín del cuento de Jesús, de vez en cuando se pusiera la túnica vieja y mugrienta, vamos para echarlo a patadas de casa
Dios es mayor que nuestro pecado, aunque hayamos sido lo peor del mundo, stalinistas, o nazis por ejemplo. Y Cuando perdona, perdona. Dejémonos poner la túnica nueva.
