Aprender y sacar provecho de los tropiezos y equivocaciones, de las caídas. Consecuencia extraída de un cuento de Mamerto Menapace.
Tanto en el terreno corriente como en la vida de la fe, no me refiero a la piedad es casi imposible, no meter la patita, no caer no equivocarse.
Sí es normal que siendo experta se te corte la mahonesa, o no te salga la besamel de las croquetas, es normal equivocarse y es por desgracia normal para nosotros caer en el error moral y en el pecado
Que le vamos hacer
Y, hay dos soluciones, mejor dicho 3
La primera negarlo, y pensar que hemos descubierto un nuevo método, por ejemplo hemos inventado. “la croqueta sopa”, y a quien osé decirnos que no, “lo excomulgamos por ignorante”, es pensar que el mal que hacemos es bien, pero contra esto La Ruhah divina, nos advierte por Isaías
“Ay de los que al mal llaman bien”
La segunda es reconocerlo pero quedarnos ahi, y sacar la conclusión de que no valgo, de que nunca más voy hacer croquetas, que soy una inútil, que no puedo progresar en el Amor de Dios, porque voy de mal en peor, o incluso para mí ya no hay perdón, y sí acaso vuelvo a pedirlo, y me confieso de lo ya confesado mil veces, cuando Dios ya lo perdonó, esto es malisimo, en el terreno material y en el espiritual crea una imagen de Dios falsa, y ya sabemos que las imágenes falsas de Dios son los ídolos, lleva a verse uno como una piltrafa cuando es imagen e hijo de Dios
La Tercera es pensar bueno, pues otro día saldrá bien, otro día venceré la tentación, que le voy hacer uno es como es yo, “Yo soy yo y mis circunstancias que decía el amigo Ortega y Gasset”. Es otro error que lleva a lo mismo
Y, por último esta la correcta
Que es ver porque se ha producido eso, porqué salieron mal las croquetas, la mahonesa, etc, porque nos venció la tentación, es volver con el corazón y la mente al inicio, ver los fallos para no repetirlos, en el caso de las croquetas incluso podemos tomar apuntes y preguntar, en el caso de la vida cristiana, preguntar a Jesús en la oración en La Escritura, en el Magisterio, pedir consejo si es preciso, a lo mejor descubrimos que tenemos que dejar algo, o alguién, o al contrario que tenemos que empezar algo nuevo,, orar más, tratar más a las personas. Dependerá de cada uno, y de cada circunstancia
Pero desde luego aprenderemos para la próxima vez, hasta para ayudar a otros
Y luego no se trata de olvidar la debilidad, si de no olvidar en el caso moral que Dios cuando perdona, perdona, y que no tiene memoria
También vale para comprender a los demás, en todos los terrenos.