"Yo decía estoy dejado de "Tus Ojos"; pero Tú oías mis plegarias" Salmo 31/ 30
Muchas veces he sentido, y seguro que tú también lo que dice el salmista, la impresión de que Dios pasaba de mí; naturalmente no podía pasar, habría vuelto a la nada, de que no le importaba, porque no hacía lo que más que rogar le mandaba
Pero Dios si escuchaba mis plegarias, como la mamá escucha las peticiones tontas y locas de su pequeñín, pero no le da lo que pide, porque le haría daño, no es momento etc. Pero esta pensando, como sujetarlo bien, para que no se le caiga, no se suelte de su mano, crucé la calle, y sea atropellado, o como calmarlo en el médico, o que darle de comida etc
Y, la mamá da al pequeñin lo que precisa y un poco más, y cuando sea posible si es posible, le da también lo que pidió en su pataleo
Jesús pidió ser libre de la muerte; su Papá no lo libró de la muerte en apariencia, porque si lo libró pero lo hizó resucitándolo, y haciéndole un regalo nosotros.
No importa y nos podemos quejar, sentir que Dios nos oye, pero es bueno, hacer un acto interno de creer que nos oye y escucha en su tiempo que no es el nuestro
La razón nos amá más que nos amamos nosotros mismos.
