Carta abierta a María de Magdala.
Querida María de Magdala, tú y yo tenemos varias cosas en común; las dos somos mujeres, las dos hemos sido llamadas escogidas por Jesús, sabemos quien es, tú lo viste físicamente, viviste en la tierra cerca del, lo hallaste resucitado, y, lo reconociste por su Voz
Cómo él había dicho, “ las ovejas conocen la Voz del Pastor y le siguen, pero no siguen a un extraño antes le escaparan, pues no conocen la voz de los extraños”
Tú eras, eres de los suyos ahora ya para siempre, y lo conociste, yo a veces corró el riesgo, y a veces lo he hecho de escuchar otras voces, y eso que tengo ese altavoz suyo, que ahora se llama Francisco
Querida amiga, has sido el personaje bíblico peor tratado, y no por laicos sin formación no, hasta por señores obispos, han hecho una ensalada contigo sin pies ni cabeza
Han dicho que eras la prostituta de la cena en casa de Simón el leproso, cuando tú no eras una prostituta, y aquella mujer es anónima, y más bien personaje parábolico, vamos “la hija pródiga”, tú eras de Magdala un pueblo pesquero, y no sabemos si eras viuda, o soltera, desde luego dado que ibas a tu aire, no debías ser una jovencita ni viuda joven, eras una especie de Lidia.
A lo mejor llegasteis a conoceros, quien sabe sí tu no serías una empresaria de la industria de la salazón del pescado, en tu pueblo había varias factorías
Además de prostituta, algunos te hicieron la adúltera, y ya puestos y aquí si mejorabas un poco, te hicieron hermana de Marta y Lázaro, incluso hubo quien escribió que eras también la samaritana, qué digo yo, ya puestos a decir burradas, porque no también Popea la señora de Nerón
Lo que es cierto es que tú eras de las que seguían a Jesús, junto con otras chicas, y que Jesús expulsó de tí, a 7 demonios, y esto llevó a otros a verte como una loca sanada, pero Jesús no te curó de ninguna locura, si te liberó de 7 demonios, esos demonios de los que no hay, que buscar cosas raras, aunque lo son, y que es el dominio del Mal, el dominio de lo que La Iglesia llamó y llama pecados capitales
Otros ahora te ponen como mujer liberada, ahi aciertan, como no ibas a ser libre si te liberó él, pero se equivocan porque te ponen como enfrentada a La Iglesia, creando tu propio grupo, como leen lo que les da la real gana, se saltan el párrafo donde el Ev dice que tras ver, la tumba vacía, lo primero que hiciste fue ir en busca de Pedro y de Juan.
No fuiste en busca de María tu tocaya, la mamá de Jesús, pero tampoco fuiste en busca de Jacobo, ni de Mateo. Fuiste en busca de Pedro, y de Juan porque estaba con Pedro
Con tu ejemplo nos enseñas a ir al Papa y a los que están en comunión con él
Eso sí, como La Ruhah aún no había bajado poco caso te hicieron salvo ir comprobar, lo que aún era misterio, y sigue siéndolo
Y volviste al huerto,buscabas un cadáver
Cuantas veces los cristianos hemos buscado también un cadáver, unos dichos, de un hombre que vivió hace 20 siglos. Cuando lo que tenemos que hacer es pararnos y escuchar en La Escritura, en el corazón, en La Iglesia a ese hombre a ese chico judío de 33 años aunque naciera hace 20 siglos que sigue vivo entre nosotros, porque está en el Sagrario sí, pero también porque esta en Dios y con Dios y Dios está en todo lugar
Pero preferimos buscar un personaje histórico un cadáver, tu al menos era lo que buscabas porque lo pensabas muerto- Luego cuando él te encontró, querías que se quedará contigo para siempre, pero Jesús es de todos y debe ir al Padre, a nuestro Padre
A tí te tocaba aunque no te hicieran caso, llevar el anuncio a sus hermanos
Ahora muchas veces a mí cientos de ellas nos pasa igual, nos gustaría que ser cristiano fuera algo privado, Jesús y yo, y al resto del mundo que lo zurzan, pero nuestro Jesús no lo permite, y nos lanza a sus hermanos, a unos de una forma a otros de otra
María de Magdala, ha sido un placer este rato de charla contigo, por cierto cuento con tu intercesión no solo por mí, por todas las mujeres, hablale de tus hermanas en el planeta tierra a tu tocaya María, para que lo haga llegar a Jesús. Ella lo consigue todo
Espero por los méritos de Jesús. Conocerte en el Cielo
aburiño nos vemos si La Ruhah sigue soplando
Que sigue pues es el Viento y el Fuego del Amor de Dios.
