Al marcar diferencias con los hermanos pobres o marginados las marcamos con Jesús
Cuando decidimos que no son de los nuestros, cuando en las iglesias se les posterga, ya no tanto, al último banco, cuando algunos prefieren no comulgar a comulgar de manos de una persona gitana, negra, mal vestida.
Cuando entramos a la iglesia corriendo, sin saludar o esquivando al hermano que pide en la puerta
Cuando decidimos o dejamos se decida que las personas de clase social inferior, o los pobres o los inmigrantes no tienen derecho a pertenecer a los grupos de La Iglesia
Cuando los miramos desde arriba, y nos ponemos él que se ponga en lo alto de un banco, y solo sabe dar, pero tirando desde arriba no entregando en la mano, cuando se presume de títulos que lo peor es que la mayoría de las veces no valen para nada, porque no guardan relación
Cuando incluso marginamos y ofendemos al hermano, ofreciéndole una ayuda que no pide, no aceptando la suya, mandandole callar
Estamos marginando, y excluyendo al propio Cristo Jesús.