Ajab no quiere una oración viva, no quiere pedir una señal, porque no quiere que Yhv lo comprometa.
El rey Ajab quiere ser moderno, él es un monarca que va con el mundo, con los poderosos, ha pactado con Asiria, con Egipto, etc, que tienen grandes ejércitos y muchos caballos.
Que son imperios poderosos
Él escucha y escucho muchas veces las promesas a su abuelo David, pero eran otros tiempos
Eso de estar con un solo Dios, encima invisible, pues ya no se llevá y hay que ir con los tiempos
Ojo, Ajab es buen judío, sí el sabe que Yhv es Único, el Único Dios, él recita los salmos, algunos de los cuales escribió su abuelo David
Ahora su pequeño reino, está amenazado, pues va hacer lo que debe aliarse con quien sea más fuerte, y a lo mejor tiene que levantar un altar a este o aquel dios, que sí él ya sabe que no son dioses y por supuesto no los va adorar, pero no impedirá que se haga, y por supuesto va dejar que sea la moral, por llamarla algo, del imperio que le de apoyó, quien rija en el país
Sí claro que cree en Yhv, pero es que la realidad es la que es, y esos imperios se han merendado, a otros mayores, y el Señor pues va un poco a su aire, y, el tiene prisa, y sí El Señor los quiere entregar a esos imperios, y le asalta un pensamiento que rechaza, porque es un buen judío, “Y, si el Señor no existe, si los dioses son los de los asirios, babilonios” lo rechaza
Y, llega a visitarlo el profeta Isaías, los profetas se dedican a "joder" a la gente, a hablar para molestar, sí todos, e Isaías no es menos, viene a decirle que no puede pactarle con los imperios extranjeros. Ajab da sus razones
Y, entonces a Isaías no se le ocurre otra idea, que decirle que le pida a Dios una señal de que está con él, para no irse con los imperios extranjeros
Ajab sabe que no tiene derecho a pedir señales, pero bueno, ante Dios no hay derechos, sabé que el Señor no se enojará si la pide, si la pide y luego es consecuente, y eso es lo que no tiene ganas de hacer Ajab, ya sabe como se las gasta Yhv, le pedirá que destruya los sitios idolátricos, que no sea injusto, que acoja al exiliado, que trate bien al extranjero. Que manía tiene con los extranjeros, no vé que son idolatras, que respete las canas, que ayude a su enemigo...
O alguna cosa más, así que Ajab se escusa se pone el traje de niño bueno, y responde al profeta
“No voy a pedirla, no quiero poner a prueba al Señor”, es como una forma de decir, quién soy yo, no, no pido nada, y no me complico la vida
Pero el profeta en él que mora sin que ni él mismo lo sepa La Ruhaj divina le responde
“Dios mismo os da la señal, la joven embarazada, la virgen embarazada da a luz y le llama Enmanuel”
Ajab se casó con una joven hace poco, una esposa virgen que lógicamente ya no es virgen,, pero en la que Dios esta creando, formando al futuro rey, ese niño será la prueba de que Yhv es Enmanuel de que está con su Pueblo
Pero aquellas palabras dichas por el profeta tenían un Mensaje mayor, un Mensaje que se cumpliría al pie de la letra, al llegar la plenitud de los tiempos
Una virgen, virgen de verdad descendiente de Ajab, concebiría sin dejar de ser virgen, y pariría siendo virgen a un niño, un descendiente de Ajab, y ese niño sí sería de verdad Enmanuel, el Dios con nosotros, y nacería para mostrar a todos la vuelta a Yhv, y para borrar todos los pecados, también como no, los de su abuelito Ajab.
Muchas veces no queremos acudir a la oración personal, a la oración bíblica, a la meditación cristiana, a un retiro, porque como Ajab tenemos miedo de descubrir lo que Dios quiere. Y tener que dejar nuestros imperios extranjeros.