viernes, 24 de mayo de 2024

Separación Fe y vida


Separación fe y vida

Que miedo cuando alguien dice, “soy muy religioso”

A mí personalmente me da pavor, y es que cuando una persona dice que es muy religiosa, o se trata de un tonto sin remedio que no sabe ni lo que dice ni lo que hace, o se trata de un fanático, que no deja de ser un idolatra que incluso hace de Dios un dios manejable

Una persona que se cree que no hay más forma para relacionarse con Dios, que la suya, todos los demás están equivocados, que da consejos morales como si los demás no supieran leer, y se los pidiesen, que considera que solo existe un modo válido de orar el suyo, que es muy ritualsta, y eso no es malo, lo malo es que “el muy religioso” se olvida del prójimo, porque ha entendido mal el primer mandamiento

No busca amar a Dios, y agradarle sino decir bellas plegarias, cuanto más rebuscadas y cursis mejor, ayunar a lo bestia, aunque la víspera pille un empacho, para que todos vean lo bueno que es, anunciar sus limosnas y darlas con bombo y platillo, contar sus confesiones, es decir que se va confesar para que se vea lo bueno que es

Ser intolerante con todos los pecadores, porque el muy religioso, suele descender del “matrimonio vecino de Adam y Eva”, que por haber ido de excursión no fue tentado, y no transmitió a sus descendientes el jedado original

En La Biblia aparecen muchos, aunque no se den directamente ese nombre tanto en el AT, como en el NT, eran los que se escandalizaban de Jesús porque curaba en Sabat, ellos respetaban el Sabat, por eso eran los buenos, y no trataban con los malos eso lo hacía Jesús

Jesús sin embargo no buscaba la minuciosidad de La Ley, si la respetaba, pero él lo que hacía era buscar La Voluntad de su Padre, y vivirla hasta La Cruz, Jesús no era muy religioso, era religioso, vivía unido a Dios, tanto que su Persona es divina La Segunda de La Trinidad

En el relato del samaritano, las dos personas que no atienden al herido, el sacerdote y el levita, lo hacen por motivos religiosos

Ese es el otro miedo al muy religioso, no al que vive su Religión, que es distinto, y es que su fanatismo puede llegar a dejar a una persona muriendo en una cuneta, porque tiene que ir a la iglesia, o dejar de atender a una persona que va a su casa, porque es su hora de lectura orante; olvidando que en aquella persona la visita Dios

Por supuesto entran los hipócritas que van llorando y descalzos en procesiones, que pertenecen a cofradías, que bendicen la mesa en restaurantes, y luego llevan a sus hijas, esposas y amantes a abortar a los abortorios, pero bueno ese ya es el caso más putrefacto

Decía un santo.

Parafraseando la frase o refrán que dice. “Demasiado educado para ser caballero, o dama de verdad”, cambiándola por, “Demasiado piadoso para ser un buen cristiano”

Confieso que pertenecí al grupo, y hoy me arrepiento y lo siento por quienes me tuvieron que soportar

Religiosos sí, que es vivir unidos a Dios, pero muy religiosos es beatería, es ridículo, es imposible. Lo que hace que sea fanatismo.