Tenemos que dejar las tonterías, dejar la fe en tontadas y volver a Jesús, creer en su Evangelio
No hablo de muchos ni pocos, los pocos que sean ya son demasiados
Lo esencial es siempre lo esencial, las leyendas piadosas, las revelaciones privadas, sí se dejan en su lugar son como el pimiento del asado, o como la guinda del pastel
Pero cuando se tergiversan, se vuelven “dogmas” se ponen por delante y encima de La Palabra de Dios, del Magisterio, no construyen, deshacen, no llevan a Dios alejan, crean una fe de ritos, de miedos, de santos que no valen para nada, porque no llevan a Cristo, son inimitables
Hay que hablar a la gente, los sacerdotes y diáconos los primeros, del Evangelio, de La Palabra de Dios, del Magisterio, a mí lo que me importa dicho por La Virgen es lo que me dijo en Cana
Hay que vivir como cristianos, siguiendo a Jesús, no a estos o aquellos videntes
Y, cuando la Biblia, la Tradición viva de La Iglesia, el Magisterio, sean nuestro pan cotidiano, nuestra comida, sí tendrán cabida las demás cosas
Pero sí pido un asado, no quiero me llenen el plato de pimientos y no ver la carne, si pido tarta no quiero guindas
Hace falta volver al orden de la Fe-
Aunque dañe el turismo.
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