Dios no quiere a los tibios prefiere a los helados a los fríos.
Lo dice él mismo. “Ojala fueras frío o caliente, pero como eres tibio, estoy a punto de vomitarte de mi boca” Libro de Apocalipsis
El frío es el no creyente, la persona que acepta y hace el mal, el llamado, impío.
El caliente es el lleno del Fuego del Espíritu Santo, él que se duele del mal, en sí mismo, y fuera, y lo combate, él que busca el bien, él que procura hacer el bien.
El tibio, él que va con unos y viene con otros, él que nunca se mete en líos, él que no hace mal. Pero bien tampoco, con lo que ya está haciendo mal.
Él que acepta todo, bueno no, se sabe si acepta o no, porque su frase preferida.
“Es yo de eso no opino, ahí no me meto, hay que respetar a todo el mundo, cada uno tiene sus ideas”
También suele tener otra que es cierta, pero fuera de contexto es un pretexto
“Dios nos ama a todos”
“Pecar, pecamos todos”
“Quien sabe lo que es bueno, o malo”
Al frío, Dios puede incendiarlo, convertirlo, si le deja, claro esta.
Al caliente, calentarlo más, pero qué hacer, con el tibio
Que ni va para un lado ni para el otro
Bueno Dios, no conoce la palabra imposible, así que al tibio. Le puede hacer cualquiera de estas cosas
Arrojarlo de su boca, echarlo “de su presencia”, dejar que satanás le zurré, que pierda su fe tonta, que entre en una noche oscura, que llegué al abismo del mal, que se “vaya a cuidar cochinitos” para que ahí, vea su miseria, y vuelva a casa, y entonces incendiarlo. Con el Fuego de su Amor que es La Ruah divina.
Otras Dios lo echa en Brazos de su Amor, lo incendia, con el Fuego de su Espíritu Santo, y el tibio se convierte en caliente.
El peligro de ser tibio es que adormece, no prepara para la lucha, quien no da ni 2 pasos no puede correr un día una maratón
Quien no ayuda en lo poco, No puede hacerlo en una cosa grande
Quien para ser aceptado no condena el mal, no confiesa lo que piensa y cree. Ante el temor de una risita, o de no ser invitado a la próxima caña.
Pues ni pensamos sí lo que pudiera pasar, fuera que lo decapitasen.
Jesús en el Evangelio de Juan, también deja claro que no le gusta esta gente, por eso les dice. “Sí queréis iros, iros” Jn 6
Esto no quiere decir que Dios no amé al tibio, lo ama. Pero lo quiere ardiente
Hace años, en una catequesis. Nuestro Papa Francisco, dijo.
“Que había ateos, que para Dios eran mejores que muchos cristianos” la frase no es literal, pero sí el sentido.
Los gilipollas de FCB, que son expertos en gilipolleces, se pusieron en pie de guerra, “la mesa sobre el banco”. Rechazando al Papa, poniendo citas bíblicas fuera de contexto.
Olvidándose, de que el Papa interprete último de La Palabra, y espejo, estaba actualizando, traduciendo lo que Juan el apocalepta, pone en el Apocalipsis.
Que La Virgen que es Horno ardiente, nos ayude a ser al menos hornillos, y no cosas tibias. Que hasta dan asco.
