Los sacramentos no son magia, son Gracia
A veces los cristianos católicos, damos la impresión de que pensamos que los Sacramentos son ritos mágicos, hemos pienso, entendido mal, la expresión. “ Ex operé, operato”; es decir que actúa por sí mismo, aunque la persona que lo recibe, no lo quiera, o no lo quiera como debe
Pero esto no es así, la expresión quiere decir, que actúa, se realiza no por nuestros méritos, sino los de Cristo, y la acción del Espíritu Santo
El bautismo en niño, o una persona privada de razón, sí quienes lo bautizan, quieren que sea incorporado a La Iglesia, se realiza por la fe de La Iglesia, pero un adulto que sabe lo que hace, quedaría igual o peor, si faltase la fe, se bautizase no por Cristo sino por otros motivos, tuviese intención de seguir como antes, desconociese lo que implica
Y, esto vale para todos y cada uno de los sacramentos
Así hay muchos matrimonios nulos sacramentalmente
En la penitencia o confesión, si no hay arrepentimiento, sobrenatural, porque uno puede arrepentirse por las consecuencias físicas de sus actos, pero si no hay dolor por Dios, el Sacramento no puede actuar, o si no hay intención de no repetir, es decir de no pecar, aunque se prevea que se hará
O sí uno se confiesa por agradar a otros, pero sin lo anterior, o de cosas que en su conciencia sabe no son pecado
Solo en un Sacramento, el Sacramento de los Sacramentos, se rompe esta regla, pero solo en parte, porque si quien Consagra no ha recibido las ordenes sagradas del presbiteriado, o sí las ha recibido, pero ha perdido la fe, el pan sigue siendo pan...
Pero sí el sacerdote más impío, pero con fe, incluso aunque sea hereje, pronuncia en Nombre de Cristo, las Palabras de la consagración, Jesús con su Cuerpo Glorioso, de forma misteriosa, se hace realmente presente en el Pan y en el Vino
Y quien comulga, lo sepa o no, recibe a Jesús Dios y Hombre.