Como Abraham María caminó fiada de Dios, sin conocer el final del viaje. Abram partió de Ur en Caldea, fiado de Dios, sin conocer a donde le llevaría su viaje. Dejo su seguridad
Su hija y madre. Santa María, hizo lo mismo, pero mucho más arriesgado, fiada también, solo de Dios.
El Arcángel Gabriel, le anunció que había sido elegida para Madre del Mesías, aclaró sus dudas sobre la concepción, pero no le dijo, como lo iba aceptar José, no le habló de los problemas y sufrimientos y gozos que iba tener en su vida, si aceptaba.
María acepto igual.
Cuando se fue visitar a Isabel no sabía, como sería recibida a la vuelta por su esposo, pues José era su esposo aunque no vivieran juntos todavía
Cuando partió para Belén, no sabía ni si moriría en el parto, que siento encontrarían
A la vuelta de la Presentación en el Templo, no sabía que pronto tendría que exiliarse, para salvar a su bebé
Al exiliarse no sabía como los acogerían los egipcios, como vivirían allí
Y así toda su vida, La Virgen Madre no tenía un librito una agenda que le decía, ahora el niño se queda en el Templo, lo encontráis a los 3 días...
No ella caminaba en la oscuridad, fiada solo de La Luz de saberse amada por el Dios de Israel que es su Padre, es la primera adoptada, y que en Jesús es también su Hijo, movida por el Viento del Espíritu
María caminaba fiada de Dios como Abraham, pero por camino más intrincado
