Seguían a Jesús por interés, pero le seguían. Según el ev de Marcos y el de Lucas, pero sobre todo por el capítulo VI de Juan, muchos seguían a Jesús por interés, porque los había curado, porque esperaban curarse, otros a los que se refiere Juan, lo hacían porque les había dado de comer.
Sí era puro interés materialista sí queremos verlo así, no lo hacían porque les hablase del Reino, ni para aprender a amar a Dios. Y Jesús lo sabía, lo sabía y se lo dijo
Pero no les dijo, para seguirme por los motivos que lo hacéis, mejor quedaros en casa, no.
Porque lo seguían y entre el Padre, él y el Espíritu Santo, harían que las palabras que Jesús sembraba en ellos, un día diesen fruto.
A veces sacerdotes, religiosos, catequistas, laicos más o menos comprometidos pueden caer en el error, de pensar que de La Iglesia, de las cosas de Dios, solo las personas que lo hagan por pura Fe, y no él que lo hace, para o porque así le van ayudar en cáritas, o que puede obtener esto o lo otro, como mantener o lograr una amistad, o quien va a Misa solo a funerales, bautizos, o cuando necesita pedir
O quien se apunta a un grupo de Biblia, de ecumenismo, para rellenar tiempo, o ir tomar un café a la salida, con gente distinta.
Pues bien es un error, quieran o no, esas personas se están acercando a Dios, y Dios va sembrando en ellas, y en cualquier momento, pueden dar una sorpresa, mientras que si son rechazadas puede que incluso, acaben ellas rechazando a la Iglesia.
Y, si alguno fuimos alguna vez de los que seguían a Jesús por puro interés, y ahora lo somos menos, agradezcámosle a él, y a los que no, nos forzaron.
Yo confieso que sobre todo en la adolescencia lo era, ahora un poquito menos.