Conversión es cambiar de vida
Convertirse es lo contrario de pervertirse, pervertirse es verterse hacia fuera, derramarse, perderse, volver a las criaturas, idolatrarlas, ponerlas en el primer puesto
Convertirse en verterse hacia dentro, hacia donde Dios mora en cada uno, es volver a Dios
Y, no es lo mismo que arrepentirse, aunque la conversión suela llevar no siempre el arrepentimiento
Uno se puede arrepentir de lo hecho, por x motivos que de no darse no le impedirían a repetir
El converso, ha encontrado su primer Amor, y todo le parece poco para resarcir al Amado, y tiene miedo volverle fallar
La conversión se nota, el arrepentimiento no suele
Pero pensamos que nos hemos convertido, porque fuimos a confesar no, eso es arrepentimiento, que es bueno y necesario, si es sobrenatural sí no, no vale para nada
Cuando uno se convierte los que lo ven dicen
¿No es esté o esta la que ayer...; como pues lo vemos ahora de esta forma?
Y le preguntan
Y, el converso repite, sin palabras
“Ese hombre Jesús, el Hijo de la Señora María, se me acercó, derramó sobre mí su Sangre, y me hizo nuevo, por eso ahora, yo que robaba, comparto, yo que mentía, vivo la verdad.. Pero no soy yo es ese hombre Jesús, el Hijo de la Señora María”