No hay camino cerrado, camino sin retorno para ir a Dios, sino el camino abierto que es Jesús. Abierto a todos
No hay un solo ser humano que este excluido de la Salvación, no hay nadie que Dios haya dicho a Jesús. “Hijo este no lo redimes”
No hay nadie, que habiendo errado el camino, habiendo se metido por vericuetos que llevan al Infierno, no vaya ser llamado, buscado por Dios, agarrado para volverlo al Camino, no hay nadie
No hay nadie entre toda la gentuza que sale en los medios, que no pueda llegar no solo a ser salvado, y estar en el Purgatorio, sino a ser santo, y santo de fiesta obligatoria.
Todo santo de esos del calendario, tiene su pasado, y algunos qué pasado, y por lo mismo todo pecador todo impío que hasta es posible que ante Dios que tiene otras gafas, no lo sea tanto, vaya usted a saber. Tiene su futuro
Todos y cada uno pueden podemos volver al Camino, ese Camino que es Jesús, y como dice La Oración de La Iglesia
“Que nadie diga nunca que el Cielo halló cerrado, sí es que en verdad el Cielo fue buscando, pues Tú, con tanta herida en pies, manos, costado, estás de puro abierto, casi descuartizado”
O lo que dijo el poeta
“Y, porque la lanza os cuadre, un fiel peregrino dijo
De no haber puerta en el Hijo, por donde se entrará al Padre.
Vuestra Madre fue mi estrella, que siendo huerto cerrado
a Vuestro abierto Costado, todos llegamos por ella”
No, nunca estar hasta el instante, instante final. Dios siempre nos ayuda a volver al Camino, que es Él mismo que es Jesús.
Reflexión de adviento 2023