Maria reflexiona, ora ante Gabriel, se entrega se pone a disposición de Dios. “He aquí la Esclava”
María no es una mujer, una joven alocada, que al escuchar a Gabriel dice, sí, sí, yo a Dios no le niego nada.
No, ella sabe que existe el Mal, que el diablo se disfraza, no ve en ella nada extraordinario, porque no mira a los demás de arriba abajo, sino de frente
Por eso primero piensa a qué viene aquel saludo. Impropio para saludar a una campesina como es ella
Luego escucha todo lo que dice Gabriel, sin interrumpirlo, y cuando le aparecen las dudas, y no voy ahora a sí por voto, o no voto, por sí tenia que romper el matrimonio.. no importa, ella plantea, con naturalidad, lo que siente ha sucedido.
Cómo puede ser sí no tengo relaciones maritales. No dice que es imposible, pues sabé que Dios no conoce esa palabra
Dice como puede ser. Ella siente que ya es madre de ese Niño. Pero no confía en Ella, espera la Palabra del Arcangel, de lo que le diga, sabra si es Mensajero del Cielo o del Engañador
Y, Gabí le habla de Isabel de que Dios no tiene imposibles, María sabé entonces que Dios en verdad está con ella, ya no pregunta, ni pide más
Solo dice.
Yo soy la esclava del Señor, Que se haga en mí según tu Palabra
Conoce lo que Dios quiere de Ella, y se pone a su total disposición; sabe que es de su propiedad.
