sábado, 9 de marzo de 2024

Las tinieblas impiden ver en el otro lo que Dios ve

 

Las tinieblas impiden ver en el otro, lo que Dios ve
Cuando intentamos ver algo, sin luz es imposible, el tacto no ayuda mucho, es fácil equivocarse.
Por eso cuando intentamos conocer a otro, conocer la dignidad de los demás, las tinieblas nos impiden acertar, y así confundimos y cegados por falsos oropeles.
Pensamos que es mayor la dignidad de unos que de otros, algunos incluso deciden quienes son o no humanos, dependiendo de rasgos que no definen, otros piensan que tales sí son  humanos pero de baja ralea
Llegan algunos a no verse humanos ni a ellos mismos, y se tratan como basura, aunque digan lo contrario
Los demás son lo que las tinieblas quieren dejar que se presienta,  vidas descartables, seres que están de más
En el siglo XX, un hombre desgraciado y los locos desgraciados que lo siguieron, llegaron a pensar en la raza superior, y exterminaron de esta vida, a millones de seres humanos
Hoy eso nos da escalofríos pensar que pudiera haber sucedido, y más aún saber que sucedió
Pero allá en el Infierno en el Cielo sufriría al ver que los primerísimos puestos los ocupan un chico judío y su mamá
Pero que pensará al ver que ahora los que lo condenan a él, promueven y legalizan la eutanasia, él fue uno de sus promotores modernos,  y lo hacen como algo bueno, o promueven y facilitan el aborto criminal, prohibiendo incluso convencer u orar para que las mamás no aborten.
Sin duda se reirá y el Diablo con él. Al ver la ceguera de aquellos necios, que lo mismo que le pasó a él, cegados por Las Tinieblas no saben ver la dignidad del Otro, en los otros, pero no cantemos victoria, porque esto no va solo de abortarios y abortistas, ni de eutanaseros y eutanasistas, va también de los que dejan morir a la gente de hambre mientras derrochan alimentos, o contaminan el agua, de los que dejan morir exiliados en el mar
 de los que venden armas, para fomentar guerras y persecuciones, que causarán exilios
Todo por no  dejar que La Luz de Jesús el Cristo nos ilumine, para ver en cualquier hombre desde su concepción la Imagen del Dios Uno y Trino. Si Hitler y Stalin la hubiesen visto, hoy serían santos.