martes, 12 de marzo de 2024

Expulsar demonios

 

No solo expulsan demonios los exorcistas, hay demonios ocultos.

Los exorcistas son los sacerdotes encargados de la expulsión de demonios o malos espíritus.

Sin embargo no son los únicos, los sacerdotes lo hacen en el confesionario, y sacerdotes o diáconos e incluso laicos en un bautismo, es otro tipo de exorcismo, pero es cerrar las puertas al demonio y sus amigos.

Y hay más en cierto sentido todos somos, y podemos ser expulsadotes de demonios, de esos demonios ocultos que son como decía Unamuno, “ el demonio de la guarda”

Y que representan los 7 pecados capitales y algunos más, en el mundo eclesial y bíblico 7 es plenitud.

Esos demonios que nos dominan a unos los 7 a otros más a otros menos, pero no se salva nadie

Solo pueden ser combatidos por cada uno, y como dice el Evangelio, teniendo cuidado para que el demonio expulsado no vuelva con “familia”

La forma es la oración, el examen de conciencia, la penitencia Sacramento, el trato a Santa María y San José; la obediencia y fidelidad al Papa.

Luego sí no se sacan de contexto los sacramentales, el agua bendita, la cruz, el escapulario del Carmen, la medalla milagrosa, la de San Benito

Sí no se sacan de contexto y se olvida uno de que el Salvador es Jesús, no nada de lo anterior

Con esto los demonios se mantienen a raya, claro van seguir dando murga; malo sí no lo hacen

Y hay más también tenemos que expulsarlos del mundo, de la sociedad

Cómo con la oración con el ejemplo viviendo en cristiano, mirando a quien se vota, y si nadie es digno del voto de un cristiano no se vota y en paz, es derecho no obligación.

Defendiendo por escrito, de palabra o como sea los verdaderos derechos humanos

Orando por las pobres personas que forman parte de gobiernos indignos, de organismos enemigos de La Vida, no por los organismos, ni por los gobiernos, no por los políticos, por poner un ejemplo. Yo no puedo orar ni rezar por el Presidente de Nicaragua. Daniel Ortega, salvo para pedir que sea defenestrado. Pero sí puedo y debo, orar y rezar por el hombre Daniel Ortega, al que Dios ama tanto, que por él entrego a su Hijo a la Cruz, y como Dios quiere que Daniel Ortega sea santo, yo puedo pedir su conversión. Naturalmente la última palabra la tiene el Ortega, en este caso, así se expulsan los demonios del mundo. Naturalmente siempre con Jesús.

Pero sí se hacen actos de desagravio, se pasean con cruces para protestar de lo que sea; y luego se vota a partidos contrarios a la familia, a la vida, a la libertad.

Pues simplemente a los demonios les da la carcajada, no la risa, porque la risa es fruto de la Alegría y esta solo es de Dios.