jueves, 7 de marzo de 2024

La Salvación es Don de Dios


La Salvación es Don de Dios por Cristo no mérito propio
No, nos salvamos por nuestras penitencias, ni por nuestras buenas  obras.
No hay nada que podamos hacer, incluido el martirio que merezca el ser incluidos y aceptado en la Presencia de Dios
Nos salvamos única y exclusivamente por Jesús
Solo Jesús el Hijo de La Virgen María y de Dios Padre, el Verbo encarnado, el Dios Hombre es Camino al Padre, solo por él somos salvados
Por él nuestros pecados son perdonados, eso sí, sí queremos
Por él nuestras buenas obras, que empiezan por guardar los Mandamientos y que no podríamos hacer sin la ayuda de la gracia, que se nos da por él, por cierto a los no creyentes también, sí esas buenas obras que son la confesión viva de nuestra Fe en Jesús, son recompensadas con el Cielo; es por Jesús por su vida, su muerte en Cruz, su Resurrección
Nosotros por nosotros somos unos criados que no hacen más que lo que deben y nada se les debe por ello
La misma recompensa al que hizo prosperar 5 Talentos que al que hizo prosperar 10, él como premio. Lo mismo al que trabajo en la viña desde la madrugada que al que fue cuando ya se recogían los canastos
Gracia, don porque él quiere
Y, esto lo recordamos cada vez que vamos a Misa, cuando el Sacerdote presenta a Jesús, diciendo
“Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo, dichosos los llamados a la Cena del Señor”
Respondemos
“Señor no soy digno de que entres en mi casa(en mí), pero una Palabra tuya, bastará para sanarme”

No decimos pero voy ir andando a Jerusalén, voy a dar mil millones a caritas, voy no, “una palabra tuya”, porque lo anterior es muy bueno, pero sin él es agua vertida
Por ello San Pablo 1Corintios 13 recuerda que nada vale, si no hay Caridad es decir el Amor de Dios, el Amor que es el Espíritu Santo
Y, esto no vale para decir que entonces quien hace el bien, pierde el tiempo si no es cristiano
Porque quien obra el bien, lo sepa o no, ya esta confesando a Cristo, y será acogido como si fuera cristiano
Pero no porque él lo merezca, por Cristo. Único Redentor y Salvador de todos, incluida su Santísima Madre, a la que libró del pecado e hizo fuese Santísima desde su etapa de niña cigoto.
Cristo solo es el Mediador y Camino al Padre. Y, esto es así por voluntad del Padre, que nos da a todos a su Hijo como Salvador.