Para pertenecer a Jesús; hay que introducirse en Él hacer y pensar diario; Aceptar la renuncia en el ser divino, desear a Dios, asumir la Cruz
Por supuesto somos de Jesús por creación, por Don del Padre hacia él, por su obediencia, por Redención
Pero hay modos, y modos de ser, los que están en la cárcel, son súbditos de su rey, pero no sus amigos, no son de los suyos
Los que están en el Infierno, son propiedad de Jesús, pero no son de los suyos
Pertenecer a Jesús, ser de los suyos, de sus íntimos, exige dejar que La Ruha divina nos introduzca en Él por la Puerta de su Corazón, supone llevarlo al pensar, y hacer diario
Y, no se trata de estar todo el día con jaculatorias, no va de pensamientos piadosos, va de rechazar cualquier pensamiento que no sea compatible con Él, como el de creerse superior
Acomodar la vida el hacer a Él no al capricho, menos al mundo
Renunciar a todo, a la voluntad frente a la suya, poner todo a su disposición; es desear a Dios, como lo deseaba Él
Es aferrarse a la cruz de cada día, pero sabiendo que la Cruz es el sufrimiento, asumido como consecuencia del seguimiento del Cordero
Esto es difícil.
Y, no, no lo he logrado nunca
Pero sí se puede si se deja hacer al Espíritu Santo
Ahí están los de la Jerusalén celeste
Y algunos ejemplos recientes tenemos en la tierra