“Dios mío, te ofrezco mi corazón; tómalo si quieres, para que ninguna
criatura pueda adueñarse de él, sino sólo tú, mi buen Jesús”. (Santa Teresa de
Lisieux)
Palabras que sólo podía decir una enamorada, a su enamorado,
porque Teresa de Lisieux, Santa Teresita es como, su tocaya de Ávila, una
enamorada de Jesús, y digo es, y, no fue, porque las dos viven ya participando
de La Resurrección de su Amado
Pena que los demás andemos ofreciendo el corazón a
cualquiera a bajo precio, nos estimamos en muy poco