La riqueza puede ser un ídolo
Y, lo es cuando se convierte en el Absoluto, cuando la vida toda gira en torno a ella, cuando es bueno, vemos como bueno, todo lo que nos lleve a conservarla, y, a tenerla, sea lo que fuere
Cuando, familia, salud, religión, honra, propia y ajena, la ponemos a su servicio
Cuándo nos preguntamos, que provecho económico, social, voy a sacar de esto
Porque estamos haciendo con la riqueza, lo que sólo corresponde a Dios, la estamos idolatrando
Pero cuando la buscamos por medios lícitos, y, la ponemos en el lugar que le corresponde, el último, cuando la agradecemos a Dios. Cuando la usamos como medio para servir a Dios, y, a los hermanos, cuando preferimos la pobreza absoluta, antes que dañar a otro ser humano, que perder o negar la fe
Entonces la riqueza, no es un ídolo es una bendición
Ricos eran el Epulón, y, Lázaro de Betania, y, no hay comparación