Sentir celo por Dios, dolernos las ofensas que recibe
Es señal de Amor, y, está bien, aunque el dolor no siempre
tenga que ser sensible, lo que está mal, es lanzarnos a la defensa de Dios,
como si fuese un ser indefenso
Dios es Omnipotente, no precisa nuestra defensa, más bien
las precisa el blasfemo, de sí mismo, pero Dios no, si no actúa como nos
gustaría verle actuar, es porque es Amor, no porque sea débil
No podemos olvidar nunca que Dios es Dios
Y, saber ver bien las cosas
Por ejemplo
Empeñarse por una cruz puesta en una plaza, en la que puede
que si se santiguasen los vecinos, pero también puede que no, gastando dinero en su defensa, cuando con ese
dinero se podía ayudar a los crucificados de ahora. Tiene poco de cristiano, y,
más de cabezonería
Protestar y exigir castigo civil a los que atentaron contra
La Eucaristía, donde no sólo esta Dios, sino el Hombre Jesús es justicia, y,
aunque a Jesús no le guste, no estaría mal echarle lejía viva en los ojos, y,
en su zona genital y en sus pechos, a las mujerzuelas que se exhibieron desnudas frente al altar etc. alguien pudo
llevar lejía, y, caerle una botella, un accidente, yo personalmente no lo vería
como un pecado
Protestar porque una
marca de yogures saque el dibujo de una cruz, es de memos, porque el yogur se
come, se tira el envase no se ora con él
Por libros, no los lees y en paz
Películas con no ir listo
Pero a Dios se le ofende también cuando se destruye su obra,
la creación pero sobre todo
Los atentados contra el ser humano, desde su concepción
hasta su muerte
Aborto, eutanasia, pena de muerte, torturas, rechazo
inmigrantes, racismo, nazismo, violencia contra personas dentro y fuera de la
familia, pederastia, prostitución, explotación laboral, trata de personas
Sobre todo, desde que El Verbo la Segunda Persona se hizo,
hombre, y, nos dejó claro que lo hecho a otros es hecho a él mismo
Ahí sí que la defensa debe ser directa, lo más directa,
antes que el crucifijo de yeso, el de carne y hueso