lunes, 10 de junio de 2019

Nunca lo olvidemos el simple deseo de Dios


Nunca lo olvidemos el simple deseo de Dios, es ya el comienzo de la fe. Taize

Sí, porque ese deseo, ya proviene de Dios, quien quiere creer, ya está creyendo, y, si amolda su vida, a lo que siente Dios quiere, aunque su vida este llena de dudas, y, él se llamé a si mismo agnóstico, o, hasta ateo, es ya ante Dios un creyente, y, su fe, es fe viva con la que sin saberlo confiesa que Jesús vive

Muy al contrario si uno se llama creyente, y, lanza discursos apologéticos, pero ve la Fe como una carga, no guarda los Mandamientos, vive de espaldas al Evangelio, y, se acomoda al mundo, ese no tiene fe, por muchas medallas que se cuelgue, o, muchas romerías que haga, para Dios es un ateo, y, su fe es solo residuo cultural, fe muerta, pues con su vida, no confiesa que Jesús vive