Daniel 3: “Bendito seas para siempre, Señor”
En este relato hay un hecho, él que no me había fijado, hasta
que hoy, Dios quiso que me fijará, cuando los
3 jóvenes son coaccionados a adorar la estatua, con la amenaza de que
ningún Dios, va librarlos, ellos no responden diciendo que Dios si los va
librar no lo sabían, dicen que si quiere
hacerlo lo puede hacer, pero que lo que debe saber el rey, es que ellos no van
adorar la estatua, no van ser idolatras, no van adorar una obra humana, aunque
mueran en el horno por ello, lo mismo los mártires de todos los tiempos,
confían en el Poder de Dios, pero saben que este poder no es magia, no se tiene
que manifestar como varita de mago, sino cuando la Gloria y el honor de Dios
quiera
El mártir el testigo lo hace por Amor a Dios, a su Gloria, sabe
que Dios lo librará de las llamas, de la muerte, aunque en apariencia lo vean
muerto
Los cristianos debemos creer en los milagros, saber que Dios
puede hacerlos, pero que si no los hace, nuestro deber es no adorar a nadie más
que a Él, esto es no reconocerlo como Absoluto, como Señor.