lunes, 17 de junio de 2019

La mudez de Zacarías


La mudez de Zacarías

En Lucas, abundan las curaciones de mudos, casi siempre sordo mudos, sin negar la curación física, va más allá, quien no oye, no escucha la Palabra de Dios no puede proclamarla, no puede vivirla,  quien no la ve como Palabra de Dios no la va escuchar, la oirá como quien oye, tocar campanas

Lucas, empieza contando  la historia de Zacarías, el padre del Bautista, un sacerdote descendiente de Aarón, sobre él que pesa una maldición, según el sentir de sus paisanos, su mujer es estéril, no tienen hijos, ya son mayores, y, como es lógico ya no piensan en tenerlos, paso el tiempo.

Pero Dios irrumpe, por medio de Gabriel, el Arcángel, que ya habría “anunciado” a Daniel, unos cuantos siglos antes

A Zacarías le hace un anuncio insólito, va ser padre, va engendrar un hijo, su mujer se va quedar embarazada, el niño será  especial ya desde el seno materno, consagrado a Dios,  caminará delante del Señor, con el mismo poder y, Espíritu, que guío a Elías

Zacarías no lo cree, le da igual, que sea un ángel,  de haber conocido el refrán le habría dicho a Gabrielillo, “si, ángel sí, a la vejez viruelas”, y, el Arcángel le anuncia que se quedará mudo, hasta que todo suceda, porque no ha creído en su Palabra, en realidad no ha creído en La Palabra de Dios, Gabriel, solo es el Recadero

Por eso queda mudo, no cree, qué va decir al pueblo, que no ha creído a un ángel, sacar la fe a su pueblo,  hacer que se rían del, no tiene nada que comunicar, así que calladito, a casita con su esposa que si cree, y, la esposa concebirá, aunque no fuera tiempo, y, dará á luz un niño, al que como es normal todos quieren llamarle como el padre, Zacarías, la madre interviene, se llamará Juan, como dijo El Mensajero divino, protestas,  el nombre no tiene sentido, y, recurren a Zacarías, al papá mudo, le dan unas tablillas para que escriba, y, él escribe, “Juan es su nombre”, entonces empieza a hablar, primero alabando a Dios, y, cantando a su hijo, ahora puede hablar, porque cree, por eso desapareció su mudez, ya puede compartir su fe, en el Dios de Israel, puede proclamar su Palabra, porque cree, su corazón ya no está sordo