La mudez de Zacarías
En Lucas, abundan las curaciones
de mudos, casi siempre sordo mudos, sin negar la curación física, va más allá,
quien no oye, no escucha la Palabra de Dios no puede proclamarla, no puede
vivirla, quien no la ve como Palabra de
Dios no la va escuchar, la oirá como quien oye, tocar campanas
Lucas, empieza contando la historia de Zacarías, el padre del
Bautista, un sacerdote descendiente de Aarón, sobre él que pesa una maldición,
según el sentir de sus paisanos, su mujer es estéril, no tienen hijos, ya son
mayores, y, como es lógico ya no piensan en tenerlos, paso el tiempo.
Pero Dios irrumpe, por medio de
Gabriel, el Arcángel, que ya habría “anunciado” a Daniel, unos cuantos siglos
antes
A Zacarías le hace un anuncio
insólito, va ser padre, va engendrar un hijo, su mujer se va quedar embarazada,
el niño será especial ya desde el seno
materno, consagrado a Dios, caminará
delante del Señor, con el mismo poder y, Espíritu, que guío a Elías
Zacarías no lo cree, le da igual,
que sea un ángel, de haber conocido el
refrán le habría dicho a Gabrielillo, “si, ángel sí, a la vejez viruelas”, y,
el Arcángel le anuncia que se quedará mudo, hasta que todo suceda, porque no ha
creído en su Palabra, en realidad no ha
creído en La Palabra de Dios, Gabriel, solo es el Recadero
Por eso queda mudo, no cree, qué
va decir al pueblo, que no ha creído a un ángel, sacar la fe a su pueblo, hacer que se rían del, no tiene nada que
comunicar, así que calladito, a casita con su esposa que si cree, y, la esposa
concebirá, aunque no fuera tiempo, y, dará á luz un niño, al que como es normal
todos quieren llamarle como el padre, Zacarías, la madre interviene, se llamará
Juan, como dijo El Mensajero divino, protestas,
el nombre no tiene sentido, y, recurren a Zacarías, al papá mudo, le dan
unas tablillas para que escriba, y, él escribe, “Juan es su nombre”, entonces
empieza a hablar, primero alabando a Dios, y, cantando a su hijo, ahora puede
hablar, porque cree, por eso desapareció su mudez, ya puede compartir su fe, en
el Dios de Israel, puede proclamar su Palabra, porque cree, su corazón ya no está
sordo