“No sabéis el día ni la hora”
Es la frase que Jesús, pone en
boca del esposo, de las “cinco vírgenes necias”
No saben el día, es decir no
conocen el momento en que se encuentran, no saben que se está celebrando el
banquete de bodas, que nadie se puede parar para ir abrirles, menos el novio,
que han tenido tiempo de sobra
No saben la hora, es ya de noche,
es peligroso abrir
Por eso, se quedan fuera, porque
además son tontas, lo que debieron hacer no fue ir buscar más aceite, sino
arrimarse con disimulo a las que lo tenían para alumbrarse con él, pero
pidieron, no se lo dieron y se lanzaron a comprarlo, y, claro llegaron tarde
Si pensaran un poco se habrían
dado cuenta, de que el tiempo se les echaba encima, pero lo suyo, no era pensar
Claro que si cuando llamaron,
hubieran gritado, “Viva el novio, Viva el esposo, queremos abrazar a la novia,
somos unos pobres a los que se les ha hecho tarde. Para abrazar al novio que es
su amigo, y, hubieran aporreado bien, les hubieran abierto, el mismo novio, por
los escándalos...”
Nosotros también pasamos la vida,
pensando que somos inmortales, luego de pronto a algunos les entra el miedo, o
no sé qué, y, se lanzan, algunos atosigan a otros, entienden que todos han de
hacer o sentir lo que ellos hacen, y, cuando alguien les dice que sigan su
camino, cuando alguien no acepta nuestra forma de ser, de vivir, decidimos que
tenemos que buscar por otro derrotero, algunos pierden la fe, y, entonces se
ponen a aporrear la puerta, gritando, pero nadie les abre, no obstante yo, creo
que Dios si nos abrirá la puerta final, bueno ya esta abierta es el Corazón de
Jesús. Gracias Longinos, sólo hace falta que sepamos entrar por ella, mejor que
llamar al Novio, ir a la Madre, las mujeres nunca tenemos reparo para abrir
puertas y colar, a los que llegan tarde al banquete.